Reñido con los votos sacerdotales, el expárroco de San Matías mantenía una relación sentimental con otro hombre. Imágenes íntimas de ambos se difundieron luego de que el exreligioso hubiera perdido su teléfono celular, donde estas se encontraban y, a partir de ello, este fue investigado por el supuesto delito de violación. Su pareja, A.C. O., señaló que se presentará ante la justicia para dar su versión y explicar que el presunto delito no ocurrió.
A.C.O. indicó que lleva dos años viéndose con el ahora suspendido sacerdote. Lamenta que imágenes privadas se hubieran difundido y viralizado sin respetar su derecho a la privacidad.
“Aquellos videos, lamentablemente se filtraron. Yo también quedé impresionado, mi dignidad… (lamento que) mi familia de esa forma se haya tenido que enterar. Yo llevaba una vida reservada”, manifestó el hombre, que pidió mantener su nombre en reserva. “Se ha manchado mi dignidad como persona, de una manera escandalosa”, dijo después.
Sobre el proceso judicial en contra del expárroco, A.C.O. indicó que sus abogados investigan las acusaciones y todo lo relacionado con el caso para que él pueda presentarse voluntariamente ante la justicia y dar su versión.
“Si hubiera sido violación, yo mismo lo hubiera denunciado”, aseguró. Aún no sabe si seguirá algún proceso en contra de quienes difundieron sus imágenes.
Sin embargo, señaló que el expárroco fue extorsionado por las personas que encontraron su teléfono celular y que tuvieron acceso a todo lo que este almacenaba. Supuestamente llegaron a pedirle hasta Bs 25 mil y, al no recibir ese monto, lo amenazaron con difundir el contenido a través de medios de comunicación y programas que transmiten contenidos a través de redes sociales lo que, finalmente sucedió.
“Ellos son los verdaderos criminales”, sostiene A.C.O. y expresa con pesar que a su pareja lo estén “persiguiendo como a delincuente”.
A.C.O. vive en la capital cruceña y señala que sus encuentros con el expárroco “siempre fueron en su tiempo libre o en vacaciones”. Sabe que por esta relación su pareja deberá enfrentar procesos en la vía canónica, pero espera que pueda librarse de aquellos de la vía penal y, una vez más, afirma que el supuesto delito del que se lo acusa no existió.
Además presentará las pruebas que tiene de que hubo una extorsión.
La tarde de este jueves, el obispo de la diócesis de San Ignacio de Velasco fue citado a declarar -sobre este caso- ante la Fiscalía de San Matías, en calidad de testigo.