Un mensaje de esperanza y confianza en Dios. Así condensó Monseñor René Leigue las lecturas dominicales ante un templo abarrotado. La eucaristía dominical sumó este domingo la participación de los agentes pastorales que participan en la Asamblea Arquidiocesana para evaluar el plan de trabajo, explicó el prelado.
Son más de 700 agentes pastorales de las diversas vicarías quienes permanecen reunidos desde ayer sábado en la asamblea. Al mismo tiempo de agradecer su labor, Monseñor Leigue les invitó para ser «luz y sal en medio de la sociedad».
El pedido también convocó a todos los fieles para que «no dejemos a unos cuentos que decidan por nosotros. También tenemos algo que decir». Leigue enfatizó la responsabilidad de los católicos en la transformación de la sociedad. «Somos parte de la sociedad, queremos mejores días», propuso. Y completó el mensaje pidiendo que «pongamos el hombro» para lograr revertir la sociedad del dolor.
Centró su prédica en la importancia de mantener la esperanza en una sociedad que parece perder el horizonte. «Estamos cansados de tanta mentira, de tanta violencia en las calles», recalcó.
Pero más allá de dejarse llevar por esta degradación social, el obispo pidió «no descargar nuestra ira con los otros».
Como personas de fe, Leigue insistió en buscar en Jesús «el alivio a la culpa» que atenaza a los fieles.