“A pesar del crecimiento acelerado, hasta hoy nunca tuvimos problemas en la calidad de vida de los vecinos, nunca nos faltó agua. Pero hoy sí estamos en peligro. Nuestra ciudad está en peligro”, sostuvo el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho al referirse al conflicto que ha derivado en un bloqueo que este jueves cumple 11 días en el municipio de Buena Vista.
La medida de protesta se dio en reclamo a la construcción de la carretera Santa Cruz-Buena Vista-Las Cruces que comprende tres tramos de los cuales el segundo pasa por la reserva acuífera que provee de agua a la capital cruceña.
La autoridad hizo, primero, un llamado a la Administradora Bolivia de Carreteras (ABC) y al Gobierno central para que acepten el nuevo trazo del tramo II “que no daña el acuífero y hasta la inversión es menor”.
“El segundo llamado es a nuestras instituciones empresariales y cívicas, a las juntas de vecinos, a los cruceños en general, a cuidar el agua que tomamos y tomarán nuestros hijos mañana”, sostuvo la autoridad a través de una carta que fue expuesta por Efraín Suárez, asesor jurídico de la Gobernación cruceña.
“Lo que debería ser la construcción de una carretera que lleve más progreso, el capricho de grupos minoritarios y del partido de gobierno quieren convertir esa obra en una vía de destrucción de los acuíferos que nos proporcionan el agua que tomamos los cruceños”, dice parte del documento.
Camacho remarcó que la Gobernación ha presentado una solución técnica para la construcción de la carretera sin dañar el acuífero y que esa solución es respaldada por el Colegio de Ingenieros y por muchos otros profesionales, pero “el gobierno y la ABC prefieren el conflicto y están empeñados en seguir un trazo que de realizarse destruirá de manera irremediable los acuíferos”.
“Este es un problema muy serio. Si se llegara a destruir el acuífero Güendá-Urubó, los cruceños podríamos tener agua disponible apenas unas 4 horas diarias. Y si pretendiéramos potabilizar agua de otras fuentes, se necesitaría un gasto superior a los 100 millones de dólares cada año, con lo cual la factura del agua que paga una familia subiría cuatro y hasta cinco veces más”, advirtió.
Carretera asegurada
Camacho también reiteró que el tramo carretero en cuestión está garantizada y que la propuesta técnica para modificar el tramo Il es “una propuesta seria y más económica”, pero que “quienes impulsan el conflicto deben entender que los cruceños no permitiremos nunca que se destruyan los acuíferos”.
“La única solución realista y verdadera es la modificación del tramo I1 de la carretera, los cruceños no dejaremos que se atente contra la calidad de vida de nuestra ciudad”, apuntó.