“Pedimos agua de calidad”, es el clamor de los habitantes de Camiri, en Santa Cruz, que se mantienen en un bloqueo este martes, por segundo día consecutivo, en la ruta internacional 9, que conecta a Bolivia con Argentina.
La medida es cumplida por las juntas vecinales y el Comité Cívico, además de otras instituciones, que piden cambios en la administración de la Cooperativa de Agua potable y Alcantarillado de Camiri (Coopagal R.L.), además que demandan la necesidad de instalarse una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para la zona norte del municipio.
El punto de concentración y corte de ruta tiene lugar en el puente del río Parapetí, en donde los camireños colocaron escombros para impedir el paso de los motorizados en esta importante vía. De esta manera se radicaliza la medida de presión puesto que no se avizora un cuarto intermedio para permitir el paso de motorizados.
Ante ello, desde la terminal Bimodal de la capital cruceña se confirmó la suspensión de las salidas de buses hacia la ruta al sur del departamento mientras no se resuelva el conflicto en la zona.
El lunes, los trabajadores sindicalizados de la Coopagal R.L. determinaron en Asamblea extraordinaria ingresar en huelga de brazos caídos y el cierre de la institución.
Denuncian una “grave situación de ingobernabilidad” en el Consejo de Administración que se traduce en la designación de personal sin respetar el estatuto orgánico de la cooperativa, además del acoso laboral y amenazas de sanciones a trabajadores.
Asimismo, a través de un voto resolutivo, se dio a conocer la falta de pago de aportaciones a la Gestora Pública por más 18 meses y el nombramiento de personal con duplicidad de funciones jerárquicas, es decir, que existe más de una persona administrando Gerencia, Recursos Humanos y la caja.