A casi 11 meses del asesinato de tres policías en el camino a Porongo, sus familiares descubrieron que los teléfonos de sus seres queridos fueron manipulados al extremo de haber eliminado los contenidos, mensajes, audios, videos y fotografías que registraban antes de ser silenciados a balazos.

Las revelaciones de los familiares de las víctimas surgen después de haber recibido los aparatos de los tres servidores públicos.

Los dolientes aseguran que el descubrimiento aumenta aún más la incertidumbre y la tristeza en su lucha por que se haga justicia por el crimen tan conmovedor de los policías Eustaquio Olano, Alfonso Chávez y del voluntario del Gacip David Candia, aquel 21 de junio de 2022.

Peritos en cibernética que apoyan de forma decidida a los familiares de los tres policías consideran que la manipulación, el cambio de dispositivo, el vaciado de carpetas, es una acción muy grave porque sin duda alguna el fin es ocultar la verdad histórica de los hechos.

Uno de los familiares del sargento Eustaquio Olano, específicamente su padre, reveló que un perito especialista analizó el celular de su hijo y se llevó la sorpresa de que incluso después de su muerte usaron su huella, la estamparon al celular para abrir y acceder a todo.

Después de abrir el aparato se pudo evidenciar materiales con éxito y también con error. Además que se registró el cambio de imágenes a otro dispositivo y se exploró de forma minuciosa la memoria externa e interna del celular. Hay audios, fotografías del 21 de junio antes del crimen. Eustaquio Olano se comunicó a las 15:48 con su pareja y alrededor de las 16:30 fue asesinado junto a sus camaradas.

El perito colaborador también logró detectar una imagen que no fue adjuntada al cuaderno de investigaciones o diligencias judiciales. Se trata de una imagen, es una sombra que corresponde al policía Eustaquio Olano, pues se puede verificar que él mismo estando herido se esforzó por filmar e incluso las gotas de su sangre que caían.

Los familiares que acudieron la mañana de ayer al juzgado de La Guardia, quedaron más consternados cuando en el cuadernillo se adjuntan informes del desdoblamiento y todos coinciden. Por ejemplo en el celular del voluntario del Gacip se registra que “no se encontró información relacionada al presente caso de fecha 21 de junio de 2022”.

Este concepto de no haberse encontrado información, antes, durante y después es uniforme en los tres hombres victimados.

La viuda del sargento Olano, Rocío Gonzales, a través de su abogado presentó una recusación al juez de La Guardia, Rodrigo Vedia. Expresó que el juez con sus actuaciones no está actuando con equidad y justicia. Manifestó que a lo largo de las investigaciones ven que el juez escucha todas las peticiones de los abogados de los acusados del entorno de Misael Nallar. Sin embargo, dijo que “nuestros pedidos son rechazados, incluso a otra familiar le aplicaron multa, sabiendo que somos de escasos recursos. A la esposa del otro policía la multaron sin considerar que tiene cuatro hijos menores”, dijo. Por eso le pidió al juez que se aparte del caso.

El padre del voluntario del Gacip reveló que el 21 de junio su hijo salió de la casa. Después lo llamó cuando ya estaba por el Urubó. Asimismo lamentó que el celular de su hijo David Candia de la misma forma fue manipulado.

El juez Rodrigo Vedia tenía previsto la mañana de ayer en audiencia considerar y definir la ampliación de la detención de Misael Nallar, uno de los principales procesados por asesinato. Sin embargo el acto quedó suspendido ante la recusación presentada por Rocío Gonzales, esposa de uno de los policías victimados.

Todas las audiencias para tratar el caso del asesinato de los policías quedaron suspendidas hasta que se resuelva la recusación. Están detenidos por delito de asesinato en Chonchocoro, Misael Nallar, en El Abra de Cochabamba el colombiano Esteban Beltrán Muñoz y en Palmasola Jassir Góngora y Winden Nallar.

Quedan pendientes las declaraaciones de los 14 testigos protegidos. Uno de ellos es el teniente Céspedes, que, de acuerdo a pesquisas de la Policía y la Fiscalía, acudió al llamado de sus camaradas pero llegó al lugar, los vio arrodillados y regresó a su base para no correr la misma suerte.