La epidemia golpea a los centros asistenciales que están con sus servicios saturados por la sobredemanda de pacientes. Desde diciembre de 2022 suman 11 decesos por síntomas de la enfermedad.
Niños con suero recostados sobre bancos de madera o sentados sobre sillas, eso es lo que se ve en el servicio de Emergencias del hospital de Niños y de otros centros hospitalarios de la ciudad. El creciente número de pacientes con síntomas de dengue tiene desbordadas las salas de urgencias del sistema público, donde los enfermos son asistidos hasta en los pasillos ante la saturación de los ambientes.
“La situación es crítica”, dice una médica del hospital Mario Ortiz que alerta que las camas del servicio de Emergencias no abastecen a la cantidad de niños con síntomas de dengue grave y con signos de alarma, al punto que se han tenido que improvisar espacios en los pasillos.
Este miércoles el ambiente donde normalmente los padres esperan por noticias de sus hijos estaba convertido en una sala más de internación. Seis niños recibían suero en sillas y bancos, mientras sus padres apoyaban al personal en el monitoreo de la fiebre y de los malestares, y con el suministro de la medicación.
“Las 15 camas de Emergencias están llenas y la mayoría con niños que han llegado con sangrado nasal o de las encías, vómito y otros síntomas del dengue”, señala la profesional al indicar que esta situación se comenzó a dar hace más de tres semanas, pero ahora se ha vuelto crítica.