Se estima que 422 millones de personas viven con diabetes en todo el mundo, cuatro veces más que hace 40 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La diabetes se produce cuando el cuerpo no puede procesar toda la glucosa que se encuentra en el torrente sanguíneo.
La glucosa no es mala, por el contrario, es el combustible de todas las células del cuerpo.
Algunos tejidos, para poder utilizar esa glucosa, necesitan de la acción de la insulina, que es una hormona producida por el páncreas que facilita que este azúcar ingrese en la célula, y así pueda transformarse en energía.
Las complicaciones de la diabetes pueden llevar a un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, ceguera, insuficiencia renal y amputación de las extremidades inferiores.
A pesar de los riesgos, muchas personas que tienen diabetes no lo saben. Los cambios en el estilo de vida pueden prevenirla en muchos casos.