Santa Cruz se estremece con un nuevo caso de feminicidio. Brigitte Salazar Ocampo, una joven universitaria de 20 años, fue hallada sin vida el lunes 14 de abril, enterrada entre matorrales en la zona del Plan Tres Mil, después de estar reportada como desaparecida por tres días. El principal sospechoso es su propio novio, quien confesó el crimen y reveló el lugar donde dejó el cuerpo.
Lo más desgarrador del caso es que, según relató Yolanda, madre de la víctima, el agresor fingió todo el tiempo estar colaborando con la búsqueda.
“Él estaba a mi lado como si nada, trabajando conmigo, me decía: ‘¿Qué habrá pasado?’… Hasta la terminal fue a buscarla. Todo ese tiempo ya la había matado”, declaró entre lágrimas.
El fiscal Daniel Lobo informó que el agresor dijo que “quizá se le fue un poco la fuerza” y que “no fue su intención acabar con la vida de la joven”, una declaración que ha causado profunda indignación en la opinión pública.
El último contacto que la madre tuvo con Brigitte fue el viernes por la mañana, cuando ambas salieron rumbo a la universidad. Pararon primero en el trabajo de la madre, donde apareció el ahora aprehendido, preguntando por la joven. Minutos después, la madre llamó a su hija, quien respondió que estaba “por el segundo anillo”, pero no precisó más.
Horas después, su teléfono ya estaba apagado.
Yolanda también recordó un comportamiento violento previo del agresor. En una ocasión, Brigitte le contó que fueron a sacar fotocopias y él reaccionó de forma agresiva solo por una breve demora.
La Policía continúa con las investigaciones. El caso ha provocado una ola de repudio en la población, que exige justicia inmediata y sin privilegios para el responsable.
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