Algunos comunarios de Yapacaní, en Santa Cruz, protegían un megalaboratorio de cocaína y controlaban quiénes ingresaban y quienes no a la zona donde también existían varias hectáreas de cultivos de coca ilegal. Tras la intervención de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Fecln) se encontraron varios uniformes militares y policiales, armas de fuego y municiones, y equipos de comunicación.
De acuerdo con el reporte preliminar, el lugar era dirigido y administrado por ciudadanos colombianos y bolivianos. El Grupo de Inteligencia y Operaciones Especiales (GIOE) de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), antes de la intervención, realizó un trabajo de investigación y pudieron evidenciar que la zona donde se encontraba el megalaboratorio estaba cubierta por plantaciones de hoja de coca de gran tamaño; además, tenía un control ilegal que los comunarios realizaban, pero además determinaban qué personas ingresaban al lugar.
El viceministro de Sustancias Controladas, Jaime Mamani, informó que el megalaboratorio se encontraba a 150 kilómetros de la ciudad.
“Tenía una capacidad de producción de 400 a 500 kilos mensuales de clorhidrato de cocaína, que eran enviadas hacia Europa”, dijo Mamani.
Remarcó que la operación fue denominada “Quimera”, y que en el lugar se encontraron hornos, secadoras, recicladoras para el proceso de cristalización y otros insumos propios de un laboratorio de producción de cocaína y pasta base.
“Este megalaboratorio contaba con áreas de cocina y comedor, área de diluido y filtrado, área de destilación de éter, área de secado, prensado y pesaje, área de depósito de sustancias químicas sólidas, área de depósito de sustancias químicas líquidas, área de compresión de aire, área de baños y duchas, área de dormitorios, área de herramientas, área de comunicación, área de energía eléctrica”, añadió.
El director nacional de la Felcn, Ismael Tito Villca, indicó que se encontraron uniformes militares y de policías que supuestamente eran usados por los narcos para hacerse pasar por uniformados y así evadir los controles policiales cuando transportaban las sustancias controladas.
Asimismo, señaló que este laboratorio contaba con equipos de comunicación avanzada, como un teléfono satelital y handies. También se secuestraron armas de fuego y municiones.
Los agentes antidroga no hallaron a los narcotraficantes y no hay un reporte de detenidos. De acuerdo con las pesquisas, el laboratorio funcionaba desde hace meses y producía cocaína de alta pureza para exportarla posiblemente a países de Europa.
Según datos del Ministerio de Gobierno, 1.804 fábricas de pasta base de cocaína y 83 laboratorios de cristalización de esta droga se destruyeron en el país desde 2022.