Trabajadores de Fassil piden que las autoridades les den información clara sobre el futuro laboral de las 4.500 personas que trabajan en el banco a nivel nacional, 2.500 de los cuales están en Santa Cruz. El interventor Carlos Alberto Colodro informó ayer (miércoles) que la mayoría de los trabajadores serán desvinculados.

“Estamos a la espera de que nos den una fecha exacta para saber qué va a pasar con nosotros, los trabajadores, así como han dado una fecha para los ahorristas”, dice Lorena Arredondo, quien junto a cientos de sus colegas se reunieron en puertas de la Agencia Norte de la entidad financiera, intervenida ayer miércoles por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).

Desde las 09:00 de esta mañana, los trabajadores bloquean la avenida Cristo Redentor, cerca de la agencia. Afirman que se vieron sorprendidos por la intervención y por la aprehensión de cuatro ejecutivos del banco.

“No sabemos si ya somos desempleados. Nadie ha pensado en las 4.500 familias que representan a más de 14.000 personas que no saben qué va a pasar. La ASFI nos intervino y nos dijo que esperemos pacientemente su llamada. No nos han informado nada, no tenemos una carta de desvinculación”, indica Daniela Ávila, quien ocupaba una de las jefaturas de las 185 agencias que tiene Fassil. 

Al no contar con un sindicato, los trabajadores intentan organizarse para tener dirigentes que representen a los más de 4.500 empleados que tiene el banco, entre ellos mujeres embarazadas y personas en distintas condiciones especiales que, por ley, están protegidas por la inamovilidad laboral.

El interventor informó que el proceso implica el cese de funciones de los gerentes y del plantel ejecutivo, y que se realizará un balance de corte para identificar las condiciones reales en las que está el banco.

 “Vamos a ir haciendo una racionalización de la cantidad de funcionarios (…), vamos a dejar unos cuantos” para mantener las operaciones esenciales de la entidad intervenida, dijo Colodro. Aseguró que una de sus funciones “es precautelar el pago de los beneficios sociales de cada uno de los empleados”.

“Estamos llegando a un acuerdo entre trabajadores. Como no sabemos qué va a pasar, estamos presentándonos en nuestras agencias temprano, estamos presentando listas de asistencia y estamos sacándonos fotos (en cada lugar), porque es la única forma en que el día de mañana no nos digan que no nos presentamos a trabajar y nos quieran botar, o no quieran pagarnos los beneficios tal cual son”, sostuvo Ávila.

En La Paz, un grupo de trabajadores del banco protestaron en puertas del Ministerio de Trabajo, exigiendo la restitución de su fuente laboral.

Todas las agencias del Banco Fassil en el país están precintadas.