El director del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Eulogio Núñez, informó que, de acuerdos a datos oficiales cruzados con información de la Autoridad de Bosques y Tierras, hasta agosto la superficie quemada alcanza a 3,8 millones de hectáreas, siendo Santa Cruz el departamento más afectado.
Indicó que en esa región hay 2.301.053 hectáreas, equivalente al 59% de las cicatrices quemadas; el 38%, es decir, 1,45 millones de hectáreas quemadas están en el Beni; el 2% equivalente a 83.383 hectáreas están en La Paz, 0,2% en Chuquisaca, Cochabamba y prácticamente en los otros departamentos no se registra.
Precisó que el 46% de las cicatrices por quemas a nivel nacional se encuentran en la propiedad empresarial y mediana y no como afirma la Cámara Agropecuaria del Oriente que reportó que el 78% de los incendios forestales en Santa Cruz se registran en tierras fiscales.
Aclaró que no tiene la intención de identificar a los culpables, sino demostrar con gráficas que, en las tierras fiscales no disponibles, entre ellos áreas protegidas y parques nacionales, las cicatrices llegan al 25%.
De la totalidad de las cicatrices por quema contabilizada, el 40% son bosques y el 60% pastizales, según explicó Nuñez al canal estatal.
La autoridad sostuvo que el país necesita hacer cambios en temas preventivos, incorporando a la malla curricular el cuidado del medio ambiente, así como también en las prácticas tradicionales de utilizar el fuego para fines agrícolas.
Sin embargo, de ello, admitió que las pérdidas muy grandes en la parte económica, en la parte productiva y los efectos de la biodiversidad que está causando.
La autoridad señaló que, sin buscar culpables, tras los recientes eventos, es necesario unir esfuerzos y analizar la información oficial para tomar decisiones fundamentadas.
Asimismo, destacó que existen alternativas sostenibles para la agricultura y la ganadería, tanto en el ámbito de la pequeña como de la mediana y gran empresa. Según el ejecutivo, ya se ha demostrado en Bolivia y en otros países que es posible implementar estas prácticas de manera más responsable con el medio ambiente.