Un niño, de siete años de edad, llegó de emergencia desde Llallagua, Potosí, hasta la ciudad de Cochabamba, tras quedar con la mitad del cuerpo con quemaduras del tercer grado a consecuencia de manipular gasolina.
«Es un niño que estaba jugando con gasolina y una combinación con fuego» indicó el médico José Luis Hurtado, de la Unidad de Quemados del Pediátrico de Cochabamba.
«Al jugar con juego y gasolina hubo una explosión y se quema la cara, el cuello, el tórax, la espalda y las manos, los brazos, las piernas», explicó el galeno.
Hurtado indicó que el niño debe ser sometido a varias limpiezas de la herida, para lo cual usarán anestesia. Además, dependiendo de la evolución de la salud del pequeño, comenzarán con los injertos.
Desde el pediátrico indicaron que desde el inicio de las vacaciones, los casos de niños con quemaduras aumentaron. Actualmente existen 15 pacientes con quemaduras, de los cuales tres son de gravedad.