Con acusaciones mutuas de hechos irregulares, los Arturo Murillo y Roxana Lizárraga, se enfrascaron en una polémica, debido a sus acciones durante el Gobierno transitorio.
Desde la privación de libertad en Estados Unidos, Arturo Murillo arremetió contra Roxana Lizárraga, después de que la misma brindó su versión sobre los hechos de 2019 y la actitud del entonces Ministro de Gobierno y el entramado de poder que había forjado.
“No por estar preso permitiré que nadie, mucho menos gente descalificada como Lizárraga, mienta sobre mí”, dice un pronunciamiento publicado en la cuenta de X de Murillo.
El exministro negó afirmaciones que Lizárraga hizo en entrevista con ERBOL, en cuanto a Andrónico Rodríguez, Jerjes Justiniano, el fiscal general Juan Lanchipa y otros hechos durante la gestión del Gobierno transitorio.
En sus respuestas en la misma red social, Lizárraga lo tildó de “delincuente” y le endilgó haber ensuciado la gestión de Jeanine Añez y hasta dejarla arruinada.
La acusa de viajes
En primer lugar, Murillo aseveró que la entonces Ministra de Comunicación no renunció al cargo, sino se le pidió renunciar por realizar más de seis viajes a Miami con recursos del Estado.
Según Murillo, Lizárraga, sin permiso de Presidencia, viajaba para visitar a su “íntimo amigo”, de quien no dio el nombre, pero aseguró que “trataba de dar órdenes en nuestro”.
La exministra sostuvo que, a diferencia de Murillo, ella puede decir que nunca utilizó un centavo de los bolivianos para fines personales. “Menos que les robe como tú”, acotó.
Sobre Andrónico Rodríguez
El exministro también respondió a los dichos de Lizárraga de que, durante el proceso de pacificación, Andrónico Rodríguez no quería hablar con él. Sostuvo que sí habló con el entonces dirigente del Trópico fue una ficha importante en las negociones.
“Andrónico habló en varias ocasiones conmigo. Seguramente lo negará, pero lo hizo. Es más, le pagamos pasajes en BOA para ir a La Paz, se lo recogió y protegió porque estaba muy asustado, y nosotros queríamos detener los conflictos.
Él fue una ficha importante dentro de las negociaciones. No fue fácil porque tiene la escuela de Evo y sabe camuflarse muy bien”, afirmó Murillo.
Corroboró, sin embargo, que los dirigentes del Chapare no lo querían en las reuniones, pero recordó que esos mismo quemaron su hotel e intentaron atentar contra la vida de su familia.
Supuesto montaje contra Justiniano
Murillo negó también haber montado un caso contra el entonces ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, como le acusó Lizárraga.
Según Lizárraga, Murillo le montó un caso a Justiniano relacionado al caso Manada de Santa Cruz, por lo cual después dejó el Gobierno.
El exministro de Gobierno aseguró que Justiniano “fue sustituido porque se creía el presidente”, además de que “hacía lo que quería sin informar a la Presidenta y además ni siquiera le contestaba el teléfono”.
En respuesta, Lizárraga aseveró que Murillo se creía el presidente. “Ensuciaste toda la gestión de Añez y la arruinaste a ella. Ayudaste al retorno de la dictadura. Hay un Dios que todo lo ve. Y yo confío en él”, acotó.
Sobre el Fiscal General.
Se refirió también a las afirmaciones de Lizárraga que lo vinculan con el fiscal general Juan Lanchipa.
Según Lizárraga, Lanchipa siguió en el cargo de Fiscal General porque, según dijeron los entonces ministros Murillo y Yerko Núñez, se había puesto a órdenes del Gobierno transitorio.
Al respecto, Murillo recordó que al Fiscal General se lo elige por dos tercios en la Asamblea. “Tampoco sabe que para destituirlo se necesita un juicio de responsabilidades, además de 2/3 en la asamblea? Su ignorancia es atrevida”, señaló refiriéndose a Lizárraga.
La exministra respondió afirmando que Lanchipa y Murillo “son amigos” y “dos personajes siniestros”.
El caso de los celulares
La exministra también reclamó que había entregado celulares a Murillo con conversaciones de exautoridades de Evo Morales, como Juan Ramón Quintana, que comprobaban un fraude electoral en 2019, pero él no hizo nada al respecto.
Sobre el tema, Murillo ratificó que esos celulares “no tenían nada que podría servir para abrir un caso contra Evo Morales o Quintana”.
Como corolario, Murillo sostuvo que está “pagando por un error cometido por un bien mayor” y por el cual dará explicaciones.
“No estoy orgulloso de esto, ya pedí disculpas, pero JAMÁS ME CALLARÁN”, finaliza el pronunciamiento del exministro que cumpla condena en Estados Unidos, por lavado de dinero proveniente de la corrupción.
La exministra de Comunicación se refutó que no cumple una condena por un bien mayor, sino por delincuente.
“Sabes que todo lo que dices es falso. Ni la cárcel te hace reflexionar. No son errores los que cometiste son delitos”, publicó Lizárraga y agregó: “Eres tan machista y desagradable que crees que a las mujeres nos dictan todo al oído. Sabes muy bien a que me refiero”.