La expresidenta Jeanine Áñez se abstuvo este miércoles de declarar ante la Fiscalía por las muertes en la crisis de 2019 y, mediante sus redes sociales, aseguró que no se prestará al “tráfico de justicia”. 

“No voy a prestarme al tráfico de justicia del (ministro) Iván Lima Magne, el gobierno del MAS y su linchamiento al margen de la Constitución, desconociendo mi derecho a (ser juzgada a través de un) juicio de responsabilidades como expresidenta de Bolivia. Dejen de mandar fiscales y jueces sin competencia, subordinados al huido (expresidente Evo Morales y al actual presidente) Arce”, expresó Áñez en sus redes sociales, que son administradas por sus familiares desde que está detenida por el supuesto “golpe de Estado” de 2019.

Según documentos publicados en las mismas plataformas de Áñez, la exmandataria inicialmente estaba citada por la Fiscalía a declarar en calidad de sindicada a las 09.00 de este miércoles en el penal de Miraflores por el caso Senkata.

Asimismo, Áñez fue convocada por la Fiscalía a declarar en el mismo penal en calidad de denunciada por el caso Sacaba, pero a las 14.30.

Sin embargo, “la exmandataria no reconoce a la comisión de fiscales como si tuviera la competencia para juzgarla por la vía ordinaria (porque es una expresidenta) y se está absteniendo de esta forma a prestar alguna declaración”, ratificó Luis Guillén, abogado de Áñez.

El jurista hizo esa declaración al salir del penal de Miraflores, donde su clienta inicialmente debió declarar por el caso Senkata.

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), formado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), estableció que hubo masacres en Sacaba y Senkata, donde al menos una veintena de personas murieron por una intervención de las fuerzas orden con base en un decreto emito por el entonces gobierno de Áñez.