Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó la tarde de este martes el penal de Miraflores, en la ciudad de La Paz, donde está detenida la expresidenta Jeanine Áñez desde hace más de dos años por el denominado “golpe de Estado” de 2019.
La misión internacional, que visita Bolivia desde el lunes para verificar la situación de los derechos humanos, llegó al centro penitenciario de mujeres pasada las 13:00 en medio de una gran expectativa generada entre los medios de comunicación.
Horas antes, Áñez logró hablar de manera breve con algunos periodistas desde una ventanilla de la puerta de acceso al centro penitenciario y entonces denunció que tenía problemas en su intención de entregar un documento a la CIDH.
“Estoy teniendo problemas con esta documentación que debo entregar a la CIDH, no puede ser que no dejen ingresar una carta por malos entendidos”, dijo Áñez.
El documento fue llevado hasta la cárcel paceña por José Armando Ribera, hijo de la exmandataria, quien confirmó que tuvo problemas para entregar el escrito a su madre.
“Es un informe para la CIDH sobre la vulneración de los derechos que ha tenido ella en el penal y ahorita yo se lo he pasado, (pero) me lo quieren devolver, no quieren que se lo presente, con la mentira y la excusa de que lo traiga más tarde, claro, cuando la CIDH ya no esté aquí presente”, afirmó el joven.
Este martes por la mañana, la CIDH también visitó el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, donde, entre otros reclusos, se entrevistó con el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y con el dirigente cocalero César Apaza.