La presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia, Zulema Alanes, ha alzado la voz para denunciar la situación laboral «precaria y desesperante» que enfrentan los periodistas en el país. Esta alarmante revelación surge en un contexto sombrío donde los cierres de medios de comunicación se han vuelto moneda corriente.
El cierre repentino del periódico Página Siete y la decisión reciente de Los Tiempos de limitar su impresión de lunes a viernes solo a los fines de semana han sacudido los cimientos de la industria periodística boliviana.
En un esfuerzo por arrojar luz sobre esta problemática, la Asociación de Periodistas de Bolivia, en colaboración con el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral (CEDLA), lleva a cabo una exhaustiva investigación sobre las condiciones laborales de los periodistas en el país.
Los resultados preliminares son desoladores: “ocho de cada diez periodistas viven en inseguridad laboral”. Este estudio, basado en investigaciones cualitativas y testimonios directos de los periodistas afectados, pinta un cuadro angustiante de la realidad diaria que enfrentan.
«Nos encontramos en una situación de inseguridad laboral incluso en medios de comunicación estables y grandes empresas del sector», declaró Alanes con preocupación. «Hay periodistas que llevan ocho meses sin recibir salario. Carecen de beneficios sociales y los derechos laborales básicos, como los aportes a jubilaciones, quinquenios, desahucio y vacaciones, se les han negado», añadió.
Alanes también subrayó la negligencia en el ámbito de la salud: muchos periodistas han dejado de recibir aportes para seguros de salubridad, poniendo en riesgo no solo su propia salud, sino también la de sus familias.
Resulta aún más alarmante que, a pesar de las leyes vigentes que protegen los derechos laborales de los trabajadores, el Estado parece no estar haciendo lo suficiente para garantizar estos derechos fundamentales a los periodistas. Alanes expresó su profunda preocupación por la falta de acción gubernamental para abordar esta crisis, que no solo afecta a los profesionales del periodismo, sino también la calidad y diversidad de la información a la que el público boliviano tiene acceso.
El estudio completo sobre las condiciones laborales de los periodistas en Bolivia se presentará en diciembre próximo. Mientras tanto, la comunidad periodística enfrenta una realidad incierta y precaria.