El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, que ya cumplió dos plazos de detención preventiva por el denominado caso golpe I, habló este miércoles en la audiencia donde se definirá si se ampliará una vez más su encierro en Chonchocoro. La autoridad ratificó que no cometió ningún delito en la crisis del 2019 y sostuvo que saldrá de la cárcel con la frente en alto.

Camacho sostuvo que presentía que lo iban a detener; sin embargo, pese a ello decidió mantenerse en Santa Cruz por los compromisos que había asumido como autoridad departamental, con su familia y con él mismo.

Camacho considera que con su detención se busca tapar la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia y su posterior huida a México. Habló también de su situación en Chonchocoro.

“Han querido quebrarme de mil maneras en esta cárcel, no lo van a lograr. No me fui fue por los compromisos que tengo y tengo una fe grande en Dios”, manifestó Camacho.

Criticó la situación actuación de la justicia señaló que el Gobierno la manipula para “podrirla aún más” y recordó que hay personas que han decidido salir de Bolivia porque “quieren vivir en libertad”.

Camacho cumple detención preventiva en Chonchocoro desde el 30 de diciembre del año pasado. En principio la Justicia dispuso que cumpla cuatro meses en la cárcel de La Paz y tras cumplirse ese periodo se determinó ampliar otros cuatro meses más se cumplieron el 30 de agosto.

En la audiencia de este miércoles se debe definir si se ampliará la medida cautelar o si es que tiene la libertad en este proceso. El abogado de Lidia Patty, quien presentó la acusación, señaló que se solicitará tres meses más de detención preventiva para Camacho.