La noche de este martes el presidente de Bolivia, Luis Arce, partió rumbo a Sudáfrica para participar de la Cumbre de los BRICS, un bloque conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En su ausencia, el vicepresidente David Choquehuanca gobierna el país.
“Nos dirigimos a #Sudáfrica para participar de la Cumbre de los BRICS, un espacio económico clave en tiempos en los que se configura un nuevo mundo multipolar”, escribió en sus cuentas de redes sociales.
El mandatario precisó que “antes de partir, entregamos el Bastón de Mando a nuestro jilata vicepresidente, David Choquehuanca”.
El jefe de Estado participará en el evento “plus” de este jueves 24 de agosto que es abierto a los invitados. En tanto, este miércoles la cita tiene un carácter reservado a sus miembros.
Como ha sucedido en otras citas de orden internacional, el presidente Arce explorará nuevos socios para su plan de industrialización del litio y otros proyectos que impulsa su gobierno.
El canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, anunció con anterioridad que Arce tendrá la oportunidad de hacer conocer los logros y la experiencia del modelo económico.
Pese a la disparidad de sus miembros, los BRICS coinciden en la reivindicación de un equilibrio político y económico mundial más inclusivo, en particular frente a Estados Unidos y la Unión Europea.
El grupo busca extender su influencia y se plantea abrirse a nuevos miembros.
Hace unas tres semanas, el canciller Mayta confirmó que el 12 de junio Bolivia solicitó formalmente su adhesión al bloque de los cinco países.
Más de 60 países fueron invitados a la cumbre, entre ellos Bolivia, Argentina, Venezuela, Arabia Saudita, Turquía, Irán, Egipto e Indonesia, cita ABI.
El bloque de los BRICS representa más del 30% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, ahí reside su importancia, destacaron autoridades bolivianas.
Cumbre
La 15ª Cumbre de los BRICS llega en un momento de división en la escena internacional, que se ha amplificado por la invasión rusa de la antigua república soviética, cita AFP.
Ni Sudáfrica, ni China, ni India han condenado la ofensiva de Rusia, y Brasil se ha negado a enviar armas a Ucrania o a imponer sanciones a Moscú.