Este 8 de noviembre el presidente Luis Arce cumple tres años en el Gobierno. El mandatario boliviano llegó al poder en medio de la incertidumbre tras la crisis social, la pandemia y el gobierno de transición.
Ahora, afronta un escenario marcado por la división del MAS, su partido, y una compleja situación económica por la caída de las reservas de hidrocarburos, su principal fuente de ingresos.
Ante el Legislativo, el mandatario boliviano brindará este miércoles (10:00) un informe de los 36 meses de gestión y de lo que le depara al país los próximos dos años de su Gobierno.
No obstante, Arce mantiene proyecciones de crecimiento con índices positivos y asegura que la economía se recupera en medio de un panorama adverso a escala mundial.
También está en mesa la crisis de la justicia y las elecciones judiciales que están congeladas, los problemas medio ambientales y la sequía. Empero, la crisis política que golpea al Movimiento Al Socialismo (MAS) ha puesto contra la pared a la gestión de su Gobierno.
Uno de sus principales críticos es su otrora aliado, el expresidente Evo Morales, que desde el bloque “evista” ha gestado una arremetida que no tiene precedentes.
Morales ha lanzado su candidatura para las elecciones presidenciales de 2025 y su entorno se ha encargado de fustigar las posibles intenciones de Arce de buscar una repostulación, aunque ha subrayado que está concentrado en la gestión.
En el Legislativo, el “evismo” también ha puesto trabas a proyectos de ley que el “arcismo” y el Gobierno consideran importantes.
De hecho, ha vuelto a perder el control del Senado, que administrará por cuarto consecutivo el senador Andrónico Rodríguez, hombre fuerte del bloque “evismo”.
Arce solo controla la Cámara de Diputados y se avizoran un complejo panorama para la gobernabilidad.
La elección de Andrónico Rodríguez como presidente del Senado con apoyo de la oposición no ha caído nada bien en el Gobierno central, que admitió que perdió el control de la Cámara Alta.
El vocero presidencial, Jorge Richter, acusó al “evismo” de poner en juego “principios innegociables” y, en ese marco, denunció que ahora se busca desestabilizar a la gestión de Luis Arce.
De hecho, el ala “evista” se movilizará en varios puntos del país este miércoles para rechazar la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de anular el congreso del MAS que se desarrolló en octubre. El bloque considera que detrás de esa decisión está el Gobierno.
De forma paralela, los mineros cooperativistas auríferos, aliados del Gobierno, se movilizan en la ciudad de La Paz para exigir atención a una pliego sectorial.
Ante ese panorama, Arce le hablará al país.