Yamandú Orsi, delfín del exmandatario José “Pepe” Mujica, ganó el domingo las elecciones presidenciales en Uruguay, marcando el regreso de la izquierda al poder tras cinco años de gobierno de centroderecha.
Con el 98,95% de los circuitos de votación escrutados, Orsi, del Frente Amplio, obtuvo 1.183.196 votos frente a 1.090.194 de su rival, el oficialista Álvaro Delgado, informó la Corte Electoral.
Bocinazos y gritos de euforia estallaron en la capital Montevideo, bastión del Frente Amplio en el país, celebrando el triunfo.
“¡Estoy feliz! Ganó el pueblo otra vez, es como debería de ser, como no debería de haber dejado de ser nunca. El pueblo recibió su castigo, pero hoy tiene su premio”, dijo Walkiria París, una jubilada de 63 años, envuelta en la bandera frenteamplista en la Ciudad Vieja de Montevideo.
“Ella está viviendo algo que hoy hace historia”, añadió, gritando de júbilo, al señalar a la niña que llevaba de la mano.
Con Orsi, el Frente Amplio vuelve al gobierno que perdió en 2020 tras tres periodos consecutivos, uno de ellos bajo Mujica (2010-2015).
Orsi, un profesor de historia de 57 años, sucederá el 1 de marzo al presidente Luis Lacalle Pou, con un nivel de aprobación cercano al 50% pero impedido constitucionalmente de una reelección inmediata.
“Llamé a Orsi para felicitarlo como presidente electo de nuestro país y para ponerme a las órdenes y empezar la transición apenas lo entienda pertinente”, escribió el mandatario en la red social X, cuando las proyecciones de escrutinio de las encuestadoras daban ganador al candidato opositor.
DIALOGO NACIONAL
En un discurso ante sus partidarios, que colmaron las calles de la Ciudad Vieja junto al hotel donde Orsi esperaba los resultados, el presidente electo prometió construir “un país más integrado (…) a pesar incluso de las diferencias”.
“Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional para encontrar las mejores soluciones, por supuesto con nuestro planteo, pero también escuchando muy bien lo que nos dicen los demás”, afirmó, y agradeció a Mujica y a otras figuras del Frente Amplio.
En los comicios del 27 de octubre, Orsi tuvo 17,2 puntos porcentuales más que Delgado, pero en el balotaje éste contaba con el respaldo de todos los partidos de la coalición oficialista, que juntos obtuvieron el 47,7%.
Delgado, un veterinario de 55 años que fue secretario de la Presidencia de Lacalle Pou, concedió el triunfo de su rival rodeado de los socios de la alianza gobernante que lo respaldaron en esta segunda vuelta.
“Hoy los uruguayos definieron quién va a ejercer la Presidencia de la República. Y quiero mandarle aquí, con todos estos actores de la coalición, un fuerte abrazo y un saludo para Yamandú Orsi y para el Frente Amplio”, dijo, con la bandera uruguaya en la mano.
SIN GOLPES DE TIMÓN
Uruguay, la democracia más sólida de Latinoamérica, tiene un alto ingreso per cápita y menores niveles de pobreza y desigualdad frente al resto de la región.
Pero el alto costo de vida y la delincuencia están en el centro de las preocupaciones de los votantes en este país agropecuario, con 3,4 millones de habitantes y 12 millones de cabezas de ganado.
Ninguno de los dos bloques tendrá mayoría parlamentaria puesto que en los comicios de octubre, el Frente Amplio logró 16 de los 30 escaños del Senado, y la coalición gobernante, 49 de las 99 bancas de la Cámara de Diputados.
“En la necesidad de acuerdos coincidimos todos”, dijo Orsi tras votar el domingo.
Los analistas no avizoran un golpe de timón: Orsi prometió “un cambio seguro que no será radical” y Delgado avanzar en la senda actual.
Ambos apuestan a impulsar el crecimiento económico, en recuperación tras la desaceleración por la pandemia y una histórica sequía. También se comprometieron a luchar contra el aumento de la delincuencia vinculada al tráfico de drogas.
MUJICA: LA MUERTE Y LOS JÓVENES
Mujica, un exguerrillero de 89 años referente de la izquierda mundial, tuvo una participación activa en la campaña de Orsi, a pesar de su edad y de estar recuperándose de un cáncer de esófago.
“Mi futuro más próximo es el cementerio pero me interesa la suerte de los jóvenes, que cuando tengan mi edad van a vivir en un mundo muy distinto”, dijo al votar temprano el domingo, ante un enjambre de periodistas.
En reuniones y entrevistas en el tramo final antes del balotaje, Mujica criticó la avaricia de algunos políticos, las corporaciones y a Lacalle Pou. También cuestionó el “consumismo atroz”, y habló de su legado en un tono de despedida que conmovió a muchos.
Más de 2,7 millones de uruguayos estaban habilitados para votar en un balotaje que se gana por mayoría simple. En Uruguay, el sufragio es obligatorio y no existe el voto consular.