El expresidente estadounidense Donald Trump ha acusado al antiguo mandatario Barack Obama y a su mujer, Michelle, de lanzar ataques de índole «personal» durante sus respectivos discursos en la Convención Nacional Demócrata y ha deslizado que no tiene por qué ser él quien se limite a hablar de temas políticos.
El ascenso de la vicepresidenta Kamala Harris en las encuestas ha llevado a parte del sector republicano a pedir a Trump que reoriente su estrategia de campaña para dejar a un lado las descalificaciones y hablar de temas estrictamente políticos que puedan movilizar al electorado.
A estas críticas internas ha respondido de forma velada Trump durante un acto en Carolina del Norte, desde donde se ha referido a los discursos de los Obama. «Me dicen: señor, por favor, cíñase a la política, no entre en temas personales, pero «son ellos los que van a lo personal durante toda la noche», ha añadido.
Trump incluso ha emplazado a sus seguidores a pronunciarse sobre si debería seguir aludiendo a temas personales y, ante la aclamación popular, ha apostillado: «Mis asesores están despedidos».
El de este miércoles ha sido el primer mitin al aire libre del magnate neoyorquino desde que sobrevivió el 13 de julio a un intento de asesinato en Butler, Pensilvania. Trump fue alcanzado por una bala en una oreja, si bien el tiroteo se saldó con un muerto.
El candidato republicano, habituado a baños de masas desde que se lanzó a la primera línea de la política estadounidense, ha hablado en esta ocasión protegido por un cristal a prueba de balas, fruto de un refuerzo de la seguridad adoptado tras el ataque.