Gaza “ya no es un lugar habitable” y el nivel de dolor y miseria es tal que la población hambrienta no puede esperar la distribución de los limitados alimentos que entran e intentan conseguir algo que comer directamente de los camiones, dijo ayer el jefe de la agencia de la ONU para los palestinos.
El comisionado de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha llegado a Ginebra para participar en el Foro Global sobre Refugiados directamente desde Gaza, que visitó por tercera vez desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre.
El responsable desmintió las acusaciones de Israel de que miembros de Hamás están robando o desviando la ayuda humanitaria y dijo que él fue testigo directo de cómo los gazatíes “han empezado a intentar ayudarse a sí mismos: paran los camiones, toman los alimentos y se los comen de inmediato, lo que muestra hasta qué punto están hambrientos y desesperados”.
“Esto no tiene nada que ver con desvío de ayuda, no vi ningún arma. Sólo tiene que ver con la desesperanza total de la gente en Gaza”, añadió.
A pesar de las dificultades con las que vivían los palestinos en ese territorio, “nunca antes habían conocido el hambre; ahora he encontrado personas que llevaban tres días sin comer”.
Con respecto a su visita anterior, comentó que pensaba que la situación no podía ser peor, pero de hecho sí lo es.
“Antes vi un superhacinamiento: hay más de un millón de personas en instalaciones de la ONU, pero ahora he visto a decenas de cientos en el descampado, los que tienen suerte ahora en invierno están dentro, pero el resto no tiene a donde ir”, relató.