El presidente de Paraguay, Santiago Peña, anunció este miércoles que se restableció el orden en Tacumbú, la principal penitenciaría del país que fue tomada por un grupo de reclusos liderado por el Clan Rotela y que mantuvo retenidos al director del penal y a una veintena de guardias.
«Lo que estamos viviendo no es una crisis, lo que estamos viviendo es nuevamente un enfrentamiento con la delincuencia», declaró Peña en una conferencia de prensa desde la residencia presidencial.
Flanqueado por el ministro del Interior, Enrique Riera, y su jefa de Gabinete Civil, Lea Giménez, el mandatario aseguró que lo ocurrido este martes «es un enfrentamiento con personas que están privadas de su libertad».
«Y nosotros -agregó- hemos restablecido el orden, que es lo vamos a continuar haciendo».
Previamente, en un mensaje en la red social X (antes Twitter), el Ministerio de Justicia había anunciado el restablecimiento del «control, funcionamiento y recuperación de armas en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú».
Reclusos de Tacumbú, ubicada en Asunción, incendiaron objetos y lanzaron piedras desde el techo de ese centro, para exigir este martes la presencia del ministro de Justicia, Ángel Barchini.
Los internos habían convocado a la prensa en la tarde del martes para difundir un video como prueba de vida de un policía que se fugó de esa cárcel el pasado 28 de septiembre.
Barchini advirtió el 2 de octubre durante un consejo de ministros encabezado por Peña de que el policía pudo haber sido secuestrado y asesinado en esa penitenciaría por el Clan Rotela, una organización que las autoridades vinculan con el narcotráfico en el país.
Peña argumentó ante los periodistas que la problemática penitenciaria «no es una responsabilidad del ministro de Justicia», a quien ofreció todo «su apoyo» y «respaldo» ante las fuertes críticas que ha enfrentado el funcionario.
Admitió que Tacumbú es una estructura «superpoblada», donde aseguró permanecen 2.700 reclusos, «de los cuales solamente 1.100 están condenados».
Otros 1.600 internos, agregó, «están en un proceso judicial».
En ese contexto, indicó que esta es una problemática «compleja», a la cual hay que dar «soluciones que sean también complejas».
«Nosotros no estamos para negociar con personas que están privadas de su libertad, nosotros estamos para darle soluciones a los paraguayos», agregó Peña.
Además, defendió que quienes están dentro de Tacumbú también merecen el trabajo y preocupación del Ejecutivo.
Al analizar el tema de las prisiones, el gobernante advirtió de que enfrentan «problemas de infraestructura» que esperan resolver con nuevas cárceles, así como de formación y de jerarquización del personal penitenciario, que anticipó esperan profesionalizar.
Sobre lo ocurrido el martes, afirmó que de «manera rápida» movilizaron cerca de 3000 oficiales -unos 2500 policías y cerca de 1000 militares- para atender la situación, y alegó que, aunque tiene la capacidad de reacción, no quisieran utilizarla.
Peña compareció ante la prensa horas después de que el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, retornó este miércoles a las puertas del penal para dialogar con los internos.
Esta mañana, el director de la penitenciaría de Tacumbú, Luis Esquivel, y otros 21 guardias continuaban en el interior de la cárcel como «garantes» para que el Gobierno atendiera las exigencias de los reclusos.