El Consejo Nacional Electoral de Venezuela proclamó oficialmente este lunes a Nicolás Maduro como presidente electo de este país tras asegurar que fue el ganador de las elecciones celebradas el domingo.
“Hoy 29 de julio nos convoca el acto de proclamación del presidente electo por el pueblo venezolano, Nicolás Maduro Moros”, dijo Elvis Amoroso, presidente del CNE venezolano al inicio del acto.
Amoroso, dijo, durante el acto de proclamación que “la elección presidencial se desarrolló en un clima de respeto, paz, y participación democrática pese a que algunos pretendieron generar violencia”, aunque -aseguró- “fueron muchos los ataques” al sistema electoral, sin precisar de qué forma se produjeron.
Amoroso insistió en que Maduro obtuvo la mayoría de votos válidos en las presidenciales, “resultando electo para un período de seis años más”, cuyo mandato comenzará oficialmente el 10 de enero de 2025, cuando está prevista la toma de posesión.
Maduro, tras recibir el credencial, dijo que el resultado de las elecciones es “irreversible”.
“Recibo esta credencial, constitucional del Poder encargado de llevar los temas electorales de Venezuela, quién ha emitido un dictamen oficial”, señaló.
“Como este resultado se hará irreversible la paz de este país y hacer grande a Venezuela”, agregó.
Además denunció que la oposición está intentando “imponer un golpe de Estado” para subir al poder.
La oposición y gran parte de la comunidad internacional no reconocen los resultados de las elecciones por considerar que hubo fraude y la entrega de datos fue poco transparente.
Inquietud en Venezuela
La reelección del presidente Nicolás Maduro despierta inquietud dentro y fuera de Venezuela, con pedidos de transparencia de varios líderes del mundo tras una elección que la oposición asegura haber ganado.
Las calles de Caracas amanecieron desiertas, en un ambiente casi fúnebre. Algunos comercios permanecieron cerrados y cacerolas sonaron en calles y edificios en son de protesta.
Entre tanto, crece la incertidumbre sobre los próximos pasos que tomará la oposición liderada por María Corina Machado y su candidato Edmundo González, que buscaba poner fin a 25 años de chavismo en Venezuela.
Estados Unidos, clave en el proceso que llevó a la elección, y los vecinos Brasil y Colombia, los tres países que han recibido más migrantes venezolanos, pusieron en duda el escrutinio que otorga a Maduro un tercer mandato de seis años por un 51% de los votos, frente a un 44% de González, según el Consejo Nacional Electoral, de línea oficialista.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken expresó su “seria preocupación” por el resultado tras pedir un conteo “justo y transparente”.
El gobierno de Gustavo Petro, primer presidente de izquierda de la historia de Colombia y aliado de Maduro, pidió “el conteo total de los votos, su verificación y auditoría de carácter independiente”.
Brasilia llamó por su parte a una “verificación imparcial de los resultados”. El presidente chileno, Gabriel Boric, dijo que los resultados son “difíciles de creer”
Francia, España y la Unión Europea pidieron “total transparencia” sobre el proceso. Y los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay exigieron este lunes la “revisión completa de los resultados”.
También anunciaron que solicitarán una reunión urgente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para emitir una resolución que salvaguarde la voluntad popular”.
Mientras, China, Rusia, Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia felicitaron a Maduro.
“No es el resultado ideal para Maduro”, dijo a la AFP Rebecca Hanson, profesora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida. “En términos de ganar algo de legitimidad internacional, que era un objetivo para Maduro, estas elecciones fueron un desastre”.