La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, obtuvo este viernes los votos de los delegados necesarios para convertirse matemáticamente en la nominada del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Harris superó hoy el umbral de los 1.976 delegados necesarios para ser confirmada como nominada del partido, aunque la votación virtual de compromisarios no terminará oficialmente hasta el próximo lunes.
«Es un orgullo para mí confirmar que la vicepresidenta Harris ha conseguido una mayoría superior de los votos de los delegados de la convención y va a ser la nominada demócrata después del cierre de las votaciones el lunes», indicó el presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés), Jaime Harrison, en una llamada interna de la formación.
Kamala Harris compareció inmediatamente después para agradecer la confianza que el partido ha puesto en ella y asegurar que se siente «honrada» por haber sido elegida para sustituir al presidente, el demócrata Joe Biden, en la carrera presidencial, después de que renunciara a la reelección hace tan solo dos semanas y media por su desastroso papel en el debate con el republicano Donald Trump.
«Es un honor para mí ser la candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos. Aceptaré oficialmente la nominación la próxima semana», señaló Harris.
En un proceso relámpago, Biden dio su apoyo a Harris y en sucesivas reuniones virtuales los delegados que habían sido elegidos en el proceso de primarias y que habían comprometido su voto para el mandatario comenzaron a declarar su apoyo a la vicepresidenta.
El DNC dio hasta este martes para que se presentaran otra candidaturas, pero finalmente Harris fue la única aspirante a la nominación demócrata y por lo tanto tenía garantizada su nominación que será oficial el lunes y quedará escenificada en la Convención Nacional Demócrata que empieza el día 19 en Chicago (Illinois).
Kamala Harris debe ahora anunciar su candidato a vicepresidente, algo que podría conocerse la semana próxima.
Harris, de 59 años, es la primera mujer negra y con raíces indias nominada como candidata a la Presidencia de Estados Unidos.