Israel reorganiza su despliegue de fuerzas dentro de la Franja de Gaza, donde los muertos ya superan los 27.000, mientras se concreta la posibilidad de una nueva tregua con Hamás, aunque el Ejército se prepara para una guerra a largo plazo que se prolongará todo el año.
Hamás ha dado signos de aceptar la propuesta de una liberación de rehenes a cambio de una tregua en la ofensiva israelí sobre Gaza, anunció este jueves Catar, que actúa como mediador; mientras que el gabinete de guerra de Israel se reúne esta noche para discutir los detalles del borrador del acuerdo.
Los jefes de la inteligencia de EEUU, Israel y Egipto, además del primer ministro de Catar, se reunieron esta semana en París, donde pactaron un borrador de acuerdo, que hoy habría recibido el visto bueno inicial de Hamás, cuyo líder, Ismail Haniyeh acudió hoy a El Cairo para debatir la propuesta.
«La reunión en París logró consolidar una propuesta sobre la mesa que fue aprobada por la parte israelí y ahora tenemos una confirmación positiva inicial de Hamás», anunció hoy en Washington el portavoz del Ministerio catarí de Exteriores, Majed al Ansari, quien advirtió de que aún queda detalles por afinar.
Aunque se mostró optimista porque por primera vez en dos meses, las partes están de acuerdo en las premisas sobre las que empezar a negociar. Según se ha filtrado se debate una tregua de más de un mes, en la que se liberarían unos 35 rehenes, con prioridad para las mujeres, a cambio de la excarcelación de 100 presos palestinos por cautivo.
Hamás exige que sean prisioneros de alto rango, incluidos Marwan Barghouti, un importante líder palestino de Fatah encarcelado por llevar a cabo ataques contra israelíes; así como del destacado líder Ahmed Saadat, exsecretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina y encarcelado por Israel tras ser acusado de planear el asesinato del ministro de Turismo israelí Rehevam Zeevi en 2001.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó ayer que Israel «no liberará terroristas» y parece que aboga por liberar a presos palestinos por delitos menores; mientras que tampoco parece dispuesto a retirar a las tropas de dentro de la Franja, otra de las exigencias a priori de Hamás.
Familiares de los rehenes protestaron hoy frente a sede militar Kirya, en Tel Aviv, donde se reúne el gabinete de guerra, para demandar un acuerdo para liberar inmediatamente a los 132 rehenes secuestrados el 7 de octubre que quedan dentro de la Franja, de los que se estima que al menos 28 estarían muertos.
Combates en Jan Yunis
Mientras avanzan las negociaciones para una posible tregua, que sería la segunda desde que comenzó la guerra, el Ejército israelí confirmó hoy combates «cuerpo a cuerpo» con milicianos de Hamás en Jan Yunis, bastión del grupo en el sur del enclave; donde desmantelaron una lanzadera de misiles de largo alcance.
Tanto las Brigadas al Qasam como las Al Quds, brazos armados de Hamás y la Yihad Islámica, respectivamente, también informaron de combates con las «fuerzas de la ocupación» en Jan Yunis.
«La operación Jan Yunis avanza con resultados impresionantes. Estamos cumpliendo nuestra misión allí y pronto llegaremos a Rafah (extremo sur de la Franja fronterizo con Egipto donde viven hacinados más de un millón de gazatíes desplazados por la guerra) y eliminaremos los elementos terroristas que nos amenazan», afirmó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que hoy vistió a las tropas apostadas en Jan Yunis.
El Ejército israelí además anunció hoy que retira la 55º brigada de la reserva, que en las últimas dos semanas operaba en Jan Yunis, donde había logrado destruir 70 bocas de túneles, incautar armas y «eliminar a numerosos terroristas» en batallas con las milicias islamistas de la Franja.
La brigada de reservistas va a ser sustituida por fuerzas regulares, en el plan del Ejército de ir liberando reservistas para reimpulsar la economía en Israel, paralizada por la guerra, y darles un descanso hasta que sean convocados de nuevo, ya que se espera que los combates en Gaza duren todo el año y se teme una escalada en la frontera norte, con ataques diarios de Hizbulá.
«Esta guerra requiere resiliencia y determinación. Debemos perseverar, para Hamás es más difícil. Ya a penas tienen armas o municiones. Hemos eliminado a 10.000 terroristas y otros 10.000 están heridos. Es un duro golpe que erosiona las capacidades de Hamás», aseveró el ministro en tono triunfalista.
Mientras la ofensiva militar sigue centrada en el área de Jan Yunis, las tropas israelíes han reforzado su presencia de nuevo en el norte del enclave -donde gran parte de su población civil sigue evacuada- ante el regreso a la zona de unos 2.000 milicianos de Hamás y han retomado las redadas selectivas contra infraestructura militar del grupo.
Aunque Hamás no es una «gran fuerza militar» en estos momentos en el norte y centro de la Franja, sí operan pequeñas células con tácticas de guerrilla, con capacidad para lanzar también cohetes hacia Israel, señalan fuentes militares.