El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha reclamado este lunes la «aplicación urgente» de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el fin de la ofensiva de Israel contra la ciudad de Rafá y ha condenado el bombardeo ejecutado el domingo contra un campamento de desplazados, que dejó al menos 40 muertos y decenas de heridos.
El grupo islamista ha pedido a la comunidad internacional que «presione» a Israel para «detener esta masacre y el derramamiento de la sangre de civiles inocentes, incluidos niños, mujeres y ancianos», antes de responsabilizar a Estados Unidos de la última «masacre» en Rafá, según ha recogido el diario ‘Filastin’, vinculado a Hamás.
Así, ha afirmado que Washington, «en particular el presidente (estadounidense Joe) Biden», son «totalmente responsables» del bombardeo y ha recalcado que «la entidad sionista no hubiera cometido esta masacre de no ser por el apoyo estadounidense y su ‘lyuz verde’ para invadir Rafá, pese a estar abarrotada de desplazados».
En este sentido, ha condenado el citado bombardeo «contra una zona abarrotada de cientos de miles de desplazados» y ha recordado que «el Ejército criminal» había declarado esta zona como «un área segura». «Es un desafío, una temeridad y un desprecio a la orden de la CIJ para que detenga su agresión contra Rafá», ha lamentado.
Por ello, ha reclamado a la comunidad internacional y a Naciones Unidas que «actúe para detener la guerra genocida contra los palestinos, en marcha desde hace más de siete meses, y dar protección a la población ante los asesinatos y la máquina de terrorir sionista, que busca desplazar a la gente y acabar con su causa nacional».
El bombardeo contra el campamento de desplazados ha sido condenado en bloque por los países de la región y por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), que ha recalcado que la Franja de Gaza «es el infierno en la tierra» y que «ningún lugar es seguro».
El Ejército de Israel ha reconocido la autoría del bombardeo y ha argumentado que el objetivo era «un complejo de la organización terrorista Hamás en Rafá en el que se alojaban terroristas de alto rango». El ataque se llevó a cabo contra terroristas que son objetivo de ataque de conformidad con el Derecho Internacional, utilizando armamento de precisión y basándose en información de inteligencia preliminar que indicaba la presencia de terroristas de Hamás en la zona», ha dicho.
Sin embargo, ha reconocido que «como consecuencia del ataque y un incendio que se desató en la zona han resultado heridas varias personas ajenas a los involucrados» y ha afirmado que está «revisando» el incidente. Tras ello, el fiscal jefe de las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) ha descrito el suceso como «muy grave» y ha recalcado que hay una investigación en marcha, según ha recogido el diario israelí ‘Haaretz’.
Por su parte, el Gobierno gazatí, controlado por Hamás, ha recordado que las autoridades israelíes «habían designado estas zonas como zonas seguras y había pedido a los ciudadanos y a los desplazados que fueran a esas áreas» y ha abundado en sus denuncias sobre un «genocidio con premeditación» contra la población palestina de la Franja.