Estados Unidos quedó conmocionado como consecuencia de dos tiroteos en dos partidos de fútbol americano colegial diferentes. En Baton Rouge, Luisiana, en medio del encuentro entre el local y Brusly High, se escucharon disparos que mataron a un adolescente de 15 años e hirieron a un hombre de 28.
Al mismo tiempo, en Baltimore, Maryland, se interrumpió el encuentro entre Dunbar y Blakefield por el ruido de los disparos, que terminaron por herir a un niño de 11 años que está fuera de peligro.
En ambos casos, cuando se oyeron los disparos, los jugadores comenzaron a correr para abandonar el campo, mientras que los espectadores se tiraron al suelo para resguardarse, según videos que circulan en redes sociales.
El número de tiroteos ha aumentado en los últimos años en Estados Unidos. El presidente del país, Joe Biden, ha pedido al Congreso que prohíba las armas de asalto.