La sede londinense de Sotheby’s se engalanó con un enorme bigote en su fachada. En su interior, los minutos previos al inicio del evento estuvieron ambientados a ritmo del famoso tema «We Will rock you».
En total se subastarán 1.400 lotes de objetos vinculados al cantante fallecido de sida en 1991 a los 45 años. Los 59 lotes adjudicados el miércoles alcanzaron un valor de 12.172.290 millones de libras (15,4 millones de dólares).
El objeto que alcanzó mayor valor, con 1.742 millones de libras, fue el piano Yamaha con el que Mercury compuso casi todas sus mejores canciones.
Aunque la casa de subastas le estimaba un valor de entre 2 y 3 millones de libras, el precio de salida supone un récord para el piano de un compositor, dijo Sotheby’s.
Mercury lo compró en 1975 por un millón de libras después de seis meses de búsqueda exhaustiva para encontrar «el instrumento ideal para dar vida» a sus composiciones.
Otro lote muy cotizado fue el manuscrito del éxito de Queen «Bohemian Rhapsody», escrito por Mercury y vendido por 1,379 millones de libras esterlinas (1,7 millones de dólares), superando la estimación de entre 8000.000 y 1,2 millones de libras.
Estas 15 páginas escritas con bolígrafo en todas con la marca de una compañía aérea actualmente desaparecida, «British Midland Airways», revelan el proceso de creación de este éxito, que hubiera podido llevar por nombre «Mongolian Rhapsody».
Un récord de 2.000 compradores de 61 países se registró para hacerse con algún recuerdo del carismático cantante.
Amante de subastas
El primer lote en venta fue la puerta de Garden Lodge, la casa londinense de Mercury, de donde proceden todos los objetos subastados.
Recubierta de grafitis de fans, la puerta de color verde se vendió por 412.750 libras (516.000 dólares), lo que pulverizó la estimación inicial de entre 15.000 y 25.000 libras.
También fueron subastadas pinturas de Chagall, Dalí y Picasso que adornaban su casa, además del último cuadro que adquirió un mes antes de su muerte, un óleo de James Jacques Joseph Tissot.
La colección fue puesta en venta por Mary Austin, una amiga cercana que llegó a ser la prometida de Mercury.
«Mary Austin ha vivido con la colección y la ha cuidado por más de tres décadas», comentó a la AFP Gabriel Heaton, especialista en libros y manuscritos de Sotheby’s.
A Mercury «no le interesaba tener un museo de su vida, pero le encarnaban las subastas», al punto de ser visitante frecuente de las ventas de Sotheby’s, acotó Heaton. Austin piensa que al cantante le habría «encantado» esta venta, agregó.
Peine de bigote
Algunos objetos revelan otras facetas de Mercury, como su pasión por los gatos y Japón, reflejada en su colección de quimonos.
También se vendieron sus fotos polaroid personales o sus extravagantes trajes escénicos, como su camisa hawaiana y la camiseta sin mangas de Superman.
El empresario brasileño Rafael Resiman, que compró un conjunto de capa y corona usado en un concierto por 635.000 libras (800.000 dólares), dijo que Mercury «pertenecía al mundo».
Antes de la venta, la casa de subastas exhibió la colección al público durante un mes.
Parte de los ingresos serán donados al Mercury Phoenix Trust y la Fundación Elton John para el SIDA, dos organizaciones involucradas en la lucha contra el sida.
«Echo de menos a Freddie hasta hoy», dijo Elton Johnn en un mensaje leído al inicio de la subasta. «Era amable, generoso y divertido y es una tragedia que el sida se lo llevará del mundo tan temprano».
Sotheby’s asegura que se trata de la mayor colección por volumen de un icono cultural en ser subastada desde la de Elton John en 1988, cuando se vendieron 2.000 lotes por un total de 4,8 millones de libras.