Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) instalará dos nuevos puertos para mejorar la logística de importación de combustibles: uno en Mollendo, en el sur de Perú, y el segundo, en la ciudad paraguaya de Asunción, sobre la hidrovía Paraguay-Paraná, informó su presidente ejecutivo interino, Armin Dorgathen.
Anunció que a mediados de agosto se firmará la concesión con autoridades peruanas para contar con un puerto propio en Mollendo. Este nuevo puerto permitirá a YPFB tener dos puntos de descarga de combustibles sobre el océano Pacífico, lo que supone un avance considerable en la capacidad logística de la empresa, ya que el único atracadero con el que cuenta actualmente es Sica Sica en Arica, Chile.
Dorgathen subrayó que la construcción de tanques y la adecuación de un puerto no es una tarea rápida, ya que estas infraestructuras requieren tiempo para ser desarrolladas adecuadamente. “La construcción de tanques y un puerto no se realiza de la noche a la mañana; esto toma tiempo”, remarcó en entrevista con la televisora Unitel, subrayando la complejidad de estos proyectos.
Reversión de ductos
Mencionó que otro componente crucial en la estrategia de YPFB es la reversión de ductos para reducir la dependencia de cisternas en el transporte por carretera. Actualmente, ya se ha completado la reversión del ducto desde Yacuiba hasta Santa Cruz y desde Oruro hasta Santa Cruz. “Estamos trabajando en la reversión desde Arica hasta Oruro, cuyos trabajos estarán terminados hasta mediados de 2025”, añadió.
Dorgathen explicó que la logística de importación de YPFB se centra en tres principales métodos de transporte: buques, barcazas por la hidrovía Paraguay-Paraná y camiones. “El combustible más barato que podemos conseguir es el que viene por buque; es más masivo y tiene un volumen más grande”, apuntó.
Desafíos actuales
Desde 2012, afirmó el presidente de YPFB, se sabía que Bolivia se convertiría en un importador de combustibles. En 2015 y 2016, el país ya importaba el 20% de la gasolina y el 50% del diésel consumido. Sin embargo, no se tomaron las decisiones necesarias para aumentar la producción nacional de crudo, invertir en biodiésel o mejorar la logística. En la actualidad, Bolivia importa el 50% de la gasolina y el 80% del diésel que consume, lo que hace imperativa la implementación de las estrategias actuales para asegurar un abastecimiento adecuado y continuo, concluyó.