La Central Obrera Boliviana (COB), a través de su dirigente Gustavo Arce, rechazó la propuesta de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) respecto a que el pago del incremento salarial no sea retroactivo o, en su defecto, se pague en seis cuotas mensuales.
«Lastimosamente, lo que nosotros observamos es que siempre tenemos que buscar un pero a la normativa (…) el incremento salarial debe ser cumplido hasta fines de mayo», aseveró Arce.
El dirigente de la COB, en ese sentido, aseveró que «no hay vuelta atrás» y los empresarios deben cumplir la normativa vigente.
«No estamos de acuerdo de ninguna manera. Esos centavos que vamos a recibir como incremento salarial tiene que ser bien usado por los trabajadores y generar movimiento económico», aseveró.
El Gobierno y la COB decidieron que el incremento salarial de esta gestión sea de 5,85% al salario mínimo y 3% al haber básico.
El sector empresarial ya expresó su rechazo y preocupación a los porcentajes definidos por el Gobierno y, en ese sentido, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), JaimeAscarrunz, propuso que el beneficio no sea retroactivo o, en su defecto, se pague en seis cuotas mensuales.
«Ante estas medidas del Gobierno, la CNC propone, primero que el incremento dispuesto no sea retroactivo; segundo, en caso de persistir la retroactividad planteamos que sea pagado en seis cuotas mensuales», señaló Jaime Ascarrunz, presidente de la Cámara Nacional de Comercio.
Además, pidió que el pago de los finiquitos, de las posibles desvinculaciones emergentes de este incremento, pueda ser cancelado en 12 cuotas mensuales.
En esa línea, la Confederación de Empresarios Privados de Boliviana (CEPB) se declaró en alerta por el porcentaje definido entre el Gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB) para el incremento salarial y advirtió que habrá grandes consecuencias para la estabilidad de las empresas.
«La CEPB expresa su alarma y preocupación extrema por la decisión tomada por el Gobierno Nacional y la Central Obrera Boliviana de incrementar en 5,85% el salario mínimo nacional y en 3% el haber básico, porcentajes muy por encima del índice de inflación del año pasado, que fue de 2,12%, y que no guardan relación con la productividad ni con las perspectivas de crecimiento para la gestión 2024», señalaron los empresarios privados a través de un comunicado.
Para la CEPB, el porcentaje del incremento salarial «tendrá consecuencias muy graves para la estabilidad de las empresas, especialmente las pequeñas y medianas en la mayoría de los departamentos del país y agravará la situación de los cientos de miles de familias cuyos ingresos dependen de la actividad privada formal».
Entretanto, la Cámara Nacional de Industrias (CNI), que también rechazó el incremento salarial, demandó al presidente del Estado, Luis Arce, que el 100% del beneficio se pague en bienes y/o servicios «Hecho en Bolivia», a través de una billetera móvil, «para así promover las compras nacionales, evitar una mayor caída de las reservas internacionales netas (divisas), evitar el deterioro y cierre de industrias y el retiro gradual de trabajadores formales industriales».
«El incremento salarial 2024 tanto en entidades públicas como privadas debe ser pagado en su totalidad en productos y servicios hechos en Bolivia para frenar el mayor deterioro de la economía nacional y más bien impulsar un proceso de reactivación de la producción nacional», añaden en su pronunciamiento los industriales.