“Bolivia en estos tres últimos años ha estado atravesando la mejor época en su comercio exterior de toda la historia de nuestro país, tanto en volúmenes de exportación, en lo que se refiere a los valores de exportación y sobre todo la composición de nuestras exportaciones”.
Así fue diagnóstico que expresó el Gobierno, a través del viceministro Benjamín Blanco, respecto al comercio boliviano y los datos que ha arrojado respecto a periodos anteriores.
El Viceministro de Comercio Exterior indicó que de enero a octubre las exportaciones suman 9.313 millones de dólares, superando en un 20% el promedio de los últimos 8 años.
“Si nos comparamos por ejemplo con el año 2015 hemos crecido un 22%, si nos comparamos con el 2019 hemos crecido un 25%, si nos comparamos con el 2020 hemos crecido un 69%”, indicó.
En cuanto a la estructura de las exportaciones, recordó que en 2014 el 51% correspondía a los hidrocarburos, pero ahora se ha cambiado esa matriz y el 52% es de manufacturas.
Destacó también la estructura de las exportaciones tradicionales, donde el oro representa un 33.5% con 2.241 millones de dólares, mientras que el gas ha llegado a 1730 millones de dólares.
En los productos no tradicionales, las oleaginosas llegaron a exportar en 10 meses 1.530 millones de dólares.
Déficit pequeño
El Viceministro de Comercio Exterior aseveró también que el déficit comercial es “bastante pequeño”, puesto que ronda los 177 millones de dólares.
“Si nos comparamos por ejemplo con el 2017 es cinco veces inferior el déficit comercial que se tiene en relación a este año. Si nos comparamos con el 2019 estamos hablando de cuatro veces menos el déficit”, detalló.
Según Blanco, este déficit se explica básicamente por los bienes de capital Bolivia que se han importado.
“Si comparamos las importaciones de los bienes de capital del año 2022 con el año 2023 vamos a ver que hemos importado 214 millones de dólares más, quiere decir que estás importaciones están destinadas a industrializar nuestro país”, afirmó.
Como dato destacó, indicó que en alimentos y bebidas se han reducido en un 4% las importaciones (18.695 toneladas menos en términos de volumen), lo cual considera como un resultado concreto de sustituir las importaciones con productos locales como harina de trigo, pastas alimenticias, manzanas, arroz.