A través del Decreto Supremo 5040, el Gobierno determinó la creación de la empresa pública productiva Laboratorio Industria Farmacéutica Boliviana (Lifab) al que inyectó un capital de más de 3.000 millones de bolivianos del Tesoro General de la Nación (TGN).
“Lifab tiene por giro y actividad principal la producción y comercialización de medicamentos para uso humano e insumos para la industria farmacéutica, en el marco de la normativa vigente”, señala parte del artículo 3 de este decreto supremo.
De acuerdo con la norma, esta firma estatal debe priorizar la investigación y desarrollo para la producción de medicamentos e insumos en base a la medicina natural y/o tradicional, “considerando los conocimientos ancestrales”.
Sobre el capital para la creación de esta empresa, el documento autoriza que el Ministerio de Economía y Finanzas realice un aporte de capital del TGN de Bs 3.349.978 para la creación del Lifab.
Asimismo, autoriza al Ministerio de Planificación del Desarrollo suscribir convenios, acuerdos y/o contratos de financiamiento externo con la finalidad de reponer los recursos asignados por el TGN.
El Lifab depende del Ministerio de Desarrollo Productivo a través de Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem) y tiene su domicilio legal en Capinota, Cochabamba.
El plan fue mencionado por el presidente Luis Arce en medio de la pandemia de la Covid-19, ante la escasez de los fármacos para tratar ese mal.
“En Cochabamba se implementará una industria farmacéutica, para el desarrollo de medicamentos e insumos. Se incorporará un complejo de medicamentos genéricos de primera necesidad y una planta de fitofármacos con base en la medicina tradicional”, indicó en 2021.
