El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, describió la dramática situación que enfrenta la agroindustria cruceña debido a la escasez de combustible y divisas estadounidenses, factores que han agravado la crisis del sector. Farah explicó que Bolivia no produce insumos agrícolas, lo que obliga a importar todos los herbicidas, insecticidas, semillas y otros productos necesarios para la agroindustria.
«Esta situación ha empeorado la crisis del sector. La subida de precios de estos insumos ha llevado al sector a una situación insostenible», afirmó Farah.
La falta de insumos, sumada a las inundaciones y la sequía, ha afectado negativamente la producción de alimentos a corto plazo. Farah señaló que el sector agrícola enfrenta la peor situación de los últimos años, tanto en la campaña de verano como en la de invierno.
«En más de treinta años, el sector agrícola nunca había tenido una campaña tan mala. Algunos productores obtuvieron entre 500 y 300 kilos de trigo por hectárea, cuando en años anteriores cosechaban una tonelada y media por hectárea. Los que sufrieron esta caída lo perdieron todo», lamentó.
Farah también destacó el impacto en las granjas lecheras, donde al menos 90 unidades productivas en Santa Cruz han cerrado debido a la aplicación de una resolución biministerial que establece un precio base y un precio tope, sin permitir a los productores negociar como lo habían hecho en los últimos veinte años.
Al ser consultado sobre la posibilidad de escasez de alimentos, Farah advirtió que el riesgo es inminente si no se toman medidas efectivas para abordar los problemas actuales. «Si no actuamos ahora, lo sentiremos a corto plazo y tendríamos que recurrir a la importación para asegurar el suministro de alimentos», alertó.
Farah subrayó que la falta de diésel ha sido un factor determinante en la crisis del sector productivo, ya que durante semanas no hubo disponibilidad de este combustible, ni para la maquinaria agrícola ni para el transporte, lo que ha exacerbado el desánimo en el sector productivo cruceño.
La CAO asocia a más de 70 mil productores del departamento de Santa Cruz; tiene 18 asociaciones de agricultores, pecuarios y agroindustrias, de los cuales el 70% son pequeños productores, 24% medianos y 6% grandes productores.
La soya es uno de los principales productos, debido a sus extensas áreas dedicadas a su cultivo, lo que impulsa tanto el mercado interno como las exportaciones. Junto a la soya, el maíz es otro cultivo de gran relevancia, vital para la alimentación y la industria.
La caña de azúcar también juega un rol importante, siendo utilizada tanto para la producción de azúcar como para biocombustibles, lo que diversifica las oportunidades de desarrollo económico en la región.
El arroz, cultivado en vastas extensiones de tierra, es otro pilar de la agricultura boliviana, asegurando la disponibilidad de este alimento básico para la población. Aunque en menor escala, el algodón sigue siendo significativo, aportando tanto a la industria textil como al sector agrícola.
Además de los cultivos, la ganadería es una parte esencial de la economía agropecuaria, con la producción de carne y leche como componentes cruciales. Estos productos no solo contribuyen a la seguridad alimentaria del país, sino que también fortalecen la economía regional, consolidando a Bolivia como un actor importante en el ámbito agroindustrial.