El Gobierno de Bolivia puso en marcha este viernes un complejo industrial que producirá 15.000 toneladas métricas de carbonato de litio por año en el suroeste del país, esto para cumplir con la meta de convertirse en uno de los «productores más importantes» del elemento en el mundo.
La primera planta industrial boliviana de carbonato de litio fue emplazada en la localidad de Llipi, en el municipio de Colcha K, al borde del salar de Uyuni, donde se encuentra la principal reserva del país, en la región andina de Potosí.
El evento fue liderado por el presidente de Bolivia, Luis Arce, y su ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, junto a funcionarios de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y pobladores de Colcha K y el municipio vecino de Uyuni, entre otros.
En su discurso, Arce destacó que «hoy es un día histórico», pues además de inaugurar las actividades del complejo industrial, el país da «un paso trascendental» en su vida económica» al «entrar de plano al proceso industrializador» del litio.
«Contra todos y contra todo hemos concluido el trabajo y empieza a producir nuestra planta de litio, porque el pueblo lo que necesita son este tipo de obras», expresó.
El mandatario indicó que inicialmente se calculó un presupuesto de 669 millones de bolivianos (unos 96 millones de dólares) para la planta, pero se superó «con creces esta inversión para hacerla funcional».
Según Arce, «esto es clave» porque el complejo es administrado por YLB y lo que se quiere es que la estatal «compita con esa tecnología con las empresas extranjeras que han decidido» invertir en la producción del litio boliviano.
«Y queremos esa competencia porque nosotros somos la primera reserva mundial del litio y así también tenemos que tener nuestro propio desarrollo de tecnología propia en el litio», agregó.
A su turno, el ministro Molina recordó que la planta producirá «más de 15.000 toneladas de carbonato de litio al año».
«Comienza Bolivia a producir a escala industrial y queremos llevar a nuestro país a convertirse en uno de los productores más importantes de litio en el mundo», sostuvo el ministro.
Esta producción generará «valor agregado» y «divisas», lo que convertirá al litio en «un pilar fundamental para la economía nacional y regional».
«Este complejo es un puntal de nuestro plan de litio que pretende hasta 2025 o 2026 una producción de 100.000 toneladas de carbonato de litio en Oruro y Potosí», agregó.
Las autoridades bolivianas destacaron también la importancia del litio en la transición energética.
Antecedentes
Uyuni es el mayor salar situado a más altura en el mundo, con unos 10.000 kilómetros cuadrados a unos 3.600 metros de altitud, y está considerado como una de las mayores reservas mundiales de litio, además de ser uno de los principales atractivos turísticos de Bolivia.
El país suramericano ya tiene en funcionamiento plantas de industrialización de sales y cloruro de potasio y una piloto de carbonato de litio, a las que se suma el complejo industrial inaugurado en esta jornada, cuya construcción comenzó en 2019, tras varias pausas.
El Gobierno de Arce espera que este mes tenga un 20 % de capacidad de producción, y que llegue al 100 % durante 2024.
El Ejecutivo boliviano también apuesta por la aplicación de la tecnología de extracción directa del litio (EDL), para lo cual en enero pasado firmó un acuerdo con el consorcio chino CATL BRUNP & MOC (CBC) que comprometió una inversión de 1.400 millones de dólares en el montaje de dos plantas de EDL en Uyuni y Coipasa, en la región andina de Oruro.
A fines de junio se suscribieron otros dos convenios con la firma china Citic Guoan y con la rusa Uranium One Group para la instalación de dos complejos de EDL en Uyuni y Pastos Grandes, Potosí, con una inversión que en total alcanza 1.400 millones de dólares con miras a producir al menos 45.000 toneladas de litio al año.
Hace unos días se firmó otro acuerdo con Uranium One Group para una planta piloto de producción de carbonato de litio con tecnología EDL en Uyuni con una proyección de producción de 14.000 toneladas anuales en su última fase.
Según un estudio hecho por YLB, Bolivia posee la primera reserva mundial de litio al haber pasado de 21 a 23 millones de toneladas.