Después de que Argentina iniciara las operaciones del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner este 9 de julio, el embajador del país vecino en Bolivia, Ariel Basteiro, anunció que la semana que viene, su gobierno y el de Bolivia, negociarán una adenda del contrato de compra de gas, tomando en cuenta que con el megacampo de Vaca Muerta se dejará de depender del hidrocarburo boliviano.
No obstante, el embajador sostuvo que se prevé contar con el gas boliviano al menos hasta 2024, ya que Vaca Muerta también proveerá a las provincias del Norte argentino y su producción será transportada a través del nuevo gasoducto, lo que significa que dejarán de ser clientes de Bolivia.
“Después del ‘24 sí (se bajarán volúmenes), antes del ‘24 no creo. Eso se va negociar la semana que viene en Argentina”, dijo Basteiro este lunes, tras el acto en La Paz de la conmemoración de la independencia del país rioplatense que se conmemoró este 9 de julio.
Basteiro señaló que, con el gasoducto inaugurado, Argentina ahorrará la mitad de lo que importa, pero habrá un nuevo tramo que se podría estar finalizando a fines de 2024, con el cual recién se tendrá la posibilidad de tener soberanía energética absoluta y es este tramo el que cubrirá la demanda del Norte.
“Argentina va a tener autoprovisión de Vaca Muerta y no creo que eso sea un problema para Bolivia porque el gas sigue siendo demandado por Brasil. Lo que no se le venda a Argentina seguramente va a tener aceptación por parte de Brasil”, apuntó el embajador ante los medios de comunicación en La Paz en días pasados.
Actualmente, Argentina es el principal mercado del gas boliviano, además de Brasil, y de acuerdo con el punto de vista de Basteiro las acciones que lleva adelante el Gobierno de su país no significa que Bolivia no tendrá dónde colocar el hidrocarburo, sino que el cambio se dará en cuanto a los clientes.
En junio, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) elevó la entrega de gas natural a la Argentina a un promedio de 8,66 millones de metros cúbicos día (MMmcd) en junio, en el marco de la séptima adenda al contrato de compra venta suscrito con Enarsa, informó el presidente de la estatal petrolera, Armin Dorgathen.
UNITEL buscó la palabra de los ejecutivos de YPFB para conocer su postura respecto a este tema y una fuente expresó que esto es una decisión soberana del país vecino, aunque la estatal petrolera cuenta con el hidrocarburo para su provisión.
Mientras que el Gobierno argentino tiene su mirada puesta en la inauguración del nuevo gasoducto señalando que esto “va a cambiar la historia” del país, según la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti.
“Esto permitirá que sólo este año se recuperen $us 200 millones en cuanto a lo que se gasta en energía y que para 2024 se van a ahorrar $us 4200 millones en importaciones. Además, realizarlo en tiempo récord supuso la generación de 50.000 puestos de trabajo”, detalló.
Argentina entiende que desarrollar Vaca Muerta es fundamental para lograr su autoabastecimiento energético y para proyectarse como un proveedor internacional, ya que el ahorro en la compra de Argentina no sólo se produce en la compra que hace desde Bolivia, sino también de barcos y otros hidrocarburos, según las autoridades.
