El gabinete de ministros “ha establecido gravamen arancelario de 0% hasta el 31 de diciembre del presente año para importar trigo y harina de trigo”, anunció este miércoles el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, en una conferencia de prensa.
La autoridad señaló que las condiciones climáticas adversas generan una baja en la producción de trigo a escala nacional.
“Por eso, el Gobierno nacional ha aprobado esta medida con un decreto supremo prácticamente para facilitar y abaratar los precios de importación de trigo y harina de trigo y así abastecer al mercado local considerando estos factores climáticos que estén posiblemente afectando”, señaló.
En ese contexto, Huanca precisó que “se ha establecido 0% para terceros países como Estados Unidos y Canadá, de donde puedan traer el trigo y la harina de trigo, y los otros mercados de la CAN y el Mercosur prácticamente tienen arancel cero para la importación”.
Asimismo, dijo que “se ha conversado con algunos empresarios molineros que han manifestado (que) una vez puesta en vigencia esta medida que rápidamente puedan traer una cierta cantidad de trigo”.
Compromiso
Según Huanca, estos empresarios “han manifestado que pueden traer 10.000 a 12.000 toneladas aproximadamente y asimismo harina de trigo”.
Por otro lado, el Gobierno a través de Insumos Bolivia “estamos en un proceso de importación de 60.000 toneladas de trigo”.
Huanca señaló que la tonelada de trigo se cotiza en el mercado nacional entre 470 y 490 dólares la tonelada con factura.
En su criterio, “es muy inusual estos costos de acopio que existen porque estos niveles de precio en Bolivia nunca han sido tan altos”.
En ese marco, deslizó: “Podemos atribuir a que posiblemente exista una especie de especulación”.
Huanca argumentó que los precios internacionales de la tonelada de trigo “en este momento” están por debajo de los registrado en territorio nacional.
Citó como referencia los 257 dólares que se paga por ese volumen de grano en Estados Unidos y los 270 dólares en Argentina.
“Consideramos que ahora, con esta medida, se puede traer a mejores precios y contar con la disponibilidad de trigo y harina de trigo”, insistió.
“Si comparamos, es un precio inusual muy alto que está existiendo en Bolivia cuando el precio internacional está básicamente muy bajo, por tanto, hay la disponibilidad de trigo en los mercados internacionales”, afirmó Huanca.
Bolivia tiene una demanda de consumo de harina de 11 millones de quintales (50 kilos), de los cuales el 72%, unos 8,5 millones de quintales son para los panificadores.