Desde el sector productivo avalan el arancel cero dispuesto por el Gobierno para la importación de maíz; sin embargo, observan que las autoridades permiten la compra de maíz transgénico, pero impiden su producción en Bolivia, así como también advierten que la escasez de dólares dificulta las importaciones.
“Los grandes productores de maíz, que son vecinos nuestros, trabajan con grano transgénico. Ese es un primer problema. Y otro inconveniente es que no tenemos dólares”, sostuvo al respecto el vicepresidente de la Càmara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, al advertir que hay un déficit nacional de 700.000 toneladas.
El Gobierno nacional promulgó en días pasados el decreto supremo 5223 que establece un gravamen arancelario del 0% para la importación del grano en Bolivia, política que estará vigente hasta el 31 de diciembre de este año y, según la disposición, la medida abarca al maíz duro, amarillo, blanco y demás variedades.
La decisión del arancel cero es asumida por las autoridades en un contexto en que se advierte la caída de la producción del grano, que no permite cubrir la demanda nacional y de sectores que lo requieren, como el avicultor, el porcinocultor y el lechero.
Al respecto, el presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores (Adepor) de Santa Cruz, Jorge Méndez, sostuvo que el sector no cuenta con capital para la importación, ya que es un proceso caro y que con el que los productores no están interiorizados.
“No tenemos dinero para importar, ese es un oficio de los comerciantes. Nosotros somos productores. Entonces no tenemos un capital de importación y no nos podemos meter a un negocio que es de otro. Dejaremos que los importadores traigan el maíz, pero no vemos que pueda funcionar porque la importación legal va a salir más cara que el contrabando”, sostuvo Méndez.
Mientras que el presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), Mario Moreno, también advirtió que es prácticamente imposible conseguir un maíz que no sea transgénico en países vecinos, cuestionando que no se incentive a los productores nacionales y se opte por trasladar ese incentivo a productores de otros países.
A su turno, el máximo ejecutivo de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), Omar Castro, consideró que es el Gobierno quien debe importar el grano para abastecer al mercado interno, ya que para realizar estas acciones se debe contar con dólares y en el mercado paralelo el precio de la moneda extranjera está muy por encima del cambio oficial.