Bolivia registra una inflación 1,5 por ciento a noviembre de 2023, la más baja de la región, pero la devaluación del peso argentino y la elevación de sus productos pueden elevarla, señalan los analistas económicos, que añaden que el Gobierno está preocupado por el impacto que las reformas argentinas puedan tener en la economía nacional.
La inflación baja de Bolivia se sostenía gracias al ingreso de los productos de contrabando y otros factores, pero los pasos fronterizos ilegales entre Bolivia y Argentina fueron cerrados, por lo que se anticipa que la inflación boliviana se elevará por la importación legal e ilegal de productos argentinos.
Según datos de la Cámara Nacional de Industria (CNI), los productos de contrabando que ingresan al país mueven 3.331 millones de dólares, lo que representa el 7,96 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Gran parte de esa cantidad provenía de Argentina.
Bolivia tiene un déficit comercial con Argentina y hay una gran dependencia de productos de ese país. Entre enero y marzo de 2022, las compras externas desde Argentina subieron un 54 por ciento comparado con el mismo período de 2021, siendo el diésel el principal producto con una participación del 41 por ciento, le siguen la gasolina y el trigo.
Según el analista Jaime Dunn, la inflación baja en Bolivia se debía al contrabando, los altos subsidios, de casi 2 mil millones de dólares, y el tipo de cambio fijo. “Argentina ha sido una fuente muy grande de contrabando hacia Bolivia (…). Una de las afectaciones directas para el país es que vamos a empezar a importar inflación, la inflación también se importa cuando los productos (de los países a los que les compramos) suben de precio”, dijo.
Bolivia usa gran cantidad de productos argentinos de consumo masivo, como alimentos, bebidas y productos de limpieza, por lo que Dunn calcula que la población de escasos recursos será la más afectada.
El economista Germán Molina coincide y asegura que Bolivia importará inflación de Argentina. “Vamos a importar la inflación elevada de Argentina que va a repercutir en los precios de todos los productos que consumimos, como el trigo, aceite, harina y otros”, dijo.
Pero Dunn señala que también hay una desaceleración económica marcada por la contracción de la demanda agregada, lo que hace que la gente demande menos productos y servicios, eso causa que baje la inflación. “Hay que tener cuidado. Aunque el Gobierno está muy orgulloso de tener una inflación baja, hay que explicar que la inflación baja y cercana a cero tampoco es saludable. En una economía, la inflación es como la temperatura: no queremos que esté muy alta ni muy baja”, explicó.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dijo que “el Gobierno nacional está preocupado por los impactos que va a tener sobre la pobreza, que va a tener sobre el desempleo y eso obviamente puede afectar a la economía nacional”.
El Ministro también resaltó la baja inflación de Bolivia. “En Bolivia hemos utilizado mecanismos de protección de la canasta familiar, del bolsillo del boliviano”, dijo.