Entre seis y 10 años le tomará al Banco Central de Bolivia (BCB) reponer las 17 toneladas (t) de oro que monetizó en el segundo cuatrimestre de este año, coincidieron en afirmar analistas económicos, eso debido al ritmo de compras de ese metal por parte del ente emisor y otros factores que son determinantes en el proceso de adquisición.
El economista José Gabriel Espinoza dice que, considerando la velocidad de la compra de oro que está aplicando el Banco Central, para restablecer las reservas internacionales que monetizó se estaría hablando de varios años, “algo poco realista y sostenible en el tiempo, porque las necesidades de divisas son mucho más grandes y apremiantes que el ritmo de posibilidad de compra”.
Explica que una de las mayores dificultades para la compra de oro, en el marco de la Ley 1503 de 5 de mayo de 2023, es la disponibilidad de ese metal precioso en el mercado y la predisposición de los productores de venderle al BCB.
Por norma, el ente emisor sólo puede pagar en bolivianos por la compra de oro, lo cual se constituye en un desincentivo para cualquier vendedor, porque sus costos de producción y las obligaciones que tiene que cumplir con sus acreedores son en dólares estadounidenses, señala.
Otro gran problema —menciona el también exdirector del BCB— es la certificación que debe tener el oro, entre ellas que fue producido bajo los estándares de sostenibilidad, normas de trabajo y respeto al medioambiente.
“En el proceso de producción no debe haber intervenido mano de obra infantil, tampoco se debe haber usado mercurio en la explotación del oro ni cianuro en su refinación, porque es altamente peligroso”, complementa.
Para el economista Jaime Dunn, la Ley 1503, en vez de fortalecer las reservas internacionales, que era el objetivo principal que motivó a su aprobación en la Asamblea Legislativa, las debilitó al punto de “poner a las finanzas del país en una situación muy crítica”.
Indica que, tras la monetización de las reservas de oro, ya debió haber parado el gasto público y el endeudamiento interno; por el contrario, el Gobierno anuncia la construcción de 134 nuevas empresas a un costo de 3.500 millones de dólares y una nueva planta de urea; “se sigue gastando como si no hubiera pasado nada”.
Por su lado, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, afirma que, desde 2014, las reservas en divisas han caído casi en 80 por ciento, y las de oro, en 40 por ciento, desde abril de este año.
“En vez de aumentar las reservas de oro, están disminuyendo”, observa el analista, quien señala que, ante cualquier fenómeno adverso en la economía mundial, Bolivia se vería seriamente afectada porque no tendría las reservas de oro necesarias para amortiguar los efectos.
Sobre el tema, el BCB comunicó que toda la información sobre las reservas de oro se encuentra en el informe enviado a la Asamblea Legislativa.