La escasez de dólares generará un incremento de precios de los productos importados y una disminución de su variedad, advirtieron analistas y representantes del sector privado. En los últimos meses se presentó una ligera reducción de las importaciones, de acuerdo a datos oficiales.
“Sabemos que hay más dificultad para el sector importador. La falta de dólares repercute en el agregado de importaciones, donde ya se ha presentado un ligero decremento en octubre de 2 por ciento aproximadamente. Vemos que es una dificultad el conseguir dólares para realizar las operaciones regularmente”, indicó el gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín.
Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dan cuenta de una ligera caída de las importaciones en comparación a 2022, en los últimos meses: agosto, septiembre y octubre (ver infografía).
Olguín, así como analistas económicos, alertaron que la cantidad de divisas en las reservas internacionales netas (RIN), que son una garantía para la importación de productos que el país necesita y no produce, no cubren ni siquiera un mes de las compras.
En agosto de este año, se conoció que las divisas de las RIN llegaban a 438 millones de dólares. El promedio de importaciones mensuales del país en 2023 es de 949 millones, más de lo que se tiene en efectivo.
“Entonces esos dólares que requiere nuestra economía están saliendo del sector privado, tanto del sector de exportación como de los importadores”, manifestó Olguín.
El exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB) Gabriel Espinoza señaló que el aumento de los precios de los productos importados ya ha comenzado a notarse en los mercados del país, así como una disminución de la variedad de los mismos, ya que muchos comerciantes, ante la dificultad de conseguir la moneda estadounidense, estarían saliendo del negocio o reduciendo sus compras.
“Agotas tus márgenes, los importadores dejan de importar. Muchos importadores están dejando de traer productos. Así, la economía se contrae, los importadores emplean menos gente, la gente tiene acceso a menos productos”, explicó Espinoza, quien añadió que “ir contra el margen de vendedores es insostenible y los precios terminan subiendo”.
En la misma línea, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, señaló: “El dólar es la divisa generalmente aceptada a nivel mundial para hacer transacciones comerciales. De ahí que, si su precio aumenta en nuestro país, encarecerá el costo de importación de bienes y servicios”.
Aunque las reservas en divisas son menores a un mes de importaciones del país, entendidos en el tema ven que actividades ilícitas como el contrabando, el narcotráfico y la minería ilícita, entre otros, mantienen un flujo de dólares que sostiene las compras indispensables.
Ministros del área económica y el propio presidente Luis Arce manifestaron la urgencia de divisas que tiene el país, por lo que se apuesta a la “sustitución de importaciones” con producción nacional y la generación de industrias como el litio, el hierro, la monetización del oro y la expansión de la agricultura.
Pese a los avisos de alerta del sector privado y los analistas, el Ejecutivo reportó a noviembre una inflación de 1,48 por ciento. Este dato refleja, según el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, que pese a las dificultades se mantiene estabilidad de precios.