Cómo en un juego de ajedrez, los clubes de la División Profesional comienzan a mover sus piezas en un juego de intereses, aprovechando la coyuntura en el fútbol boliviano después de la denuncia de la FBF de supuestos actos de corrupción en los partidos del torneo 2023.
El primero en denunciar irregularidades en sus compromisos, de forma oficial, es el club Blooming, que este jueves ingresó una queja formal ante el Tribunal de Disciplina Deportiva (TDD) contra el árbitro Guildo Quenta y sus colaboradores por “amaños y manipulación”, además del dudoso penal que cobró el juez paceño en contra de la academia.
El compromiso al que se refiere la academia cruceña en su demanda se llevó a cabo el 8 de julio en la ciudad de Cochabamba, por la jornada 18 del torneo ‘todos contra todos’, donde el resultado fue 1-0 a favor de Wilstermann.
El partido, en aquella ocasión, se definió por una acción puntual, que fue el penal que cobró Guildo Quenta por una falta de César Romero sobre Vladimir Castellón. En las imágenes de la transmisión del duelo, se puede ver que el defensor tratar de ganar la posición cuerpeando al delantero, que al sentir el contacto se deja caer.
La acción fue revisada por Quenta en el VAR, confirmando la pena máxima luego de unos minutos de revisión. Tras el final, los jugadores de Blooming se fueron con todo sobre el juez y sus asistentes a reclamarles por lo sucedido, sesgados de bronca e impotencia.
Ahora, luego de hacer oficial la denuncia por “amaño y manipulación”, Blooming exige la anulación del partido o, en su defecto, los tres puntos. Además de la expulsión del arbitraje boliviano de los jueces Guildo Quenta, Edwin Paredes, Miguel Ángel Villanueva y los asistentes del VAR.