Noah Lyles, el principal valor de la velocidad estadounidense del momento, pudo por fin, por el estrechísimo margen de cinco milésimas, poner fin al maleficio de Estados Unidos en los 100 metros olímpicos.
Ha tenido que esperar la selección de las barras y estrellas nada menos que veinte años para volver a triunfar en la prueba reina de la velocidad en unos Juegos. Desde que Justin Gatlin se impuso en el Olímpico ateniense por delante del portugués Francis Obikwelu y su compatriota Maurice Greene se le había resistido el metal dorado.
La irrupción estelar de Usain Bolt, el absoluto dueño universal de la velocidad, en el Nido de Pekín, con sus plusmarcas universales, y la consolidación de su reinado en Londres y Río de Janeiro apartó a Estados Unidos de lo más alto del podio.
Walter Dix y Justin Gatlin se quedaron con el bronce en las capitales china y británica. Y este último escoltó a la estrella jamaicana en Río. Incluso en Tokio 2020, inesperadamente, el italiano Marcell Jacobs frustró al equipo estadounidense. Fred Kerley se tuvo que conformar con el metal plateado.
Numerosos e importantes velocistas estadounidenses han tratado de recuperar la corona olímpica. Incluso en la versión femenina tampoco han logrado la victoria en este periodo de tiempo. Hasta las mujeres llevan más tiempo sin saborear el triunfo en unos Juegos.
En su caso, teniendo en cuenta que a Marion Jones se le revocó el oro ganado en Sídney 2000 por el caso de dopaje, Estados Unidos no gana desde los dos triunfos seguidos de Gail Devers en Barcelona 1992 y Atlanta 1996. Y en París hasta también les fue esquivo el anhelo, al superar de forma inesperada la santalucense Julien Alfred a Sha’Carri Richardson y Melissa Jefferson, plata y bronce, respectivamente.
El 4 de agosto de 2024 Lyles, tricampeón mundial en Budapest el pasado año, en el escenario en el que en 2003 un desconocido como Kim Collins sorprendió al orbe al ganar en los Mundiales, puso fin a esta nefasta racha. Fue un triunfo milimétrico.
No fue ni mucho menos el que mejor salió. De hecho, durante los primeros 40 metros iba último. Se vio obligado a remontar. A los 50 era séptimo, a los 80 tercero, a los 90 segundo y cinco milésimas le separaron el jamaicano Kishane Thompson 9.79 (.784) del estadounidense por 9.79 (.789) del jamaicano.
Ni un suspiro, pero suficiente para que Estados Unidos volviera a la cima de la máxima velocidad, tanto en hombres como mujeres. Pletórico, tras celebrarlo efusivamente en la pista de Saint Denis, lanzó un mensaje al mundo: «Tengo asma, alergias, dislexia, TDA, ansiedad y depresión. Pero te diré que lo que tienes no define lo que puedes llegar a ser. ¡Por qué tú no!».
Hombres Mujeres
Atenas 2004 Justin Gatlin (USA) Yuliya Nesterenko (BLR)
Pekín 2008 Usain Bolt (JAM) Shelly-Ann Fraser (JAM)
Londres 2012 Usain Bolt (JAM) Shelly-Ann Fraser (JAM)
Río 2016 Usain Bolt (JAM) Elaine Thompson (JAM)
Tokio 2020 Marcell Jacobs (ITA) Elaine Thompson (JAM)
París 2024 Noah Lyles (USA) Julien Alfred (LCA)