En un combate que duró apenas 46 segundos, la boxeadora italiana Angela Carini fue derrotada por la argelina Imane Khelif en los Juegos Olímpicos, generando una oleada de controversias y debates en el mundo del deporte.
“Nunca en mi vida me habían golpeado tan fuerte”, declaró Carini a los medios tras su contundente derrota, subrayando la intensidad del combate y sembrando dudas sobre la participación de Khelif. Las declaraciones de la italiana avivaron la discusión sobre la elegibilidad de Khelif en las competencias olímpicas, sugiriendo una posible controversia con el Comité Olímpico Internacional (COI).
Las redes sociales se llenaron de críticas hacia la boxeadora argelina, alimentadas por rumores de que Khelif no habría superado un test de ADN requerido para competir en los Juegos. Además, Carini insinuó que su oponente podría ser una peleadora transgénero, responsabilizando al COI por permitir su participación.
La polémica no se detiene ahí. En 2023, Khelif fue suspendida por la Asociación de Boxeo de Argelia tras detectarse cromosomas masculinos en su organismo. Esta suspensión fue utilizada por los detractores de Khelif para cuestionar su legitimidad como competidora femenina.
Sin embargo, varios sectores de la comunidad LGBT salieron en defensa de Khelif, brindándole su apoyo y destacando la importancia de la inclusión y el respeto en el deporte.