Fluminense brasileño, que perdió dos títulos en el Maracaná frente al Liga de Quito ecuatoriano, venció ayer por 2-0 a su verdugo con un doblete del colombiano John Arias, vengó las duras derrotas y conquistó el título de la Recopa Sudamericana.
El conjunto carioca, campeón de la Libertadores, necesitaba de al menos dos goles de ventaja para quedarse con el título tras haber perdido por 1-0 en su visita al campeón de la Sudamericana, y los consiguió en un partido en que presionó todo el tiempo pero en que sólo fue efectivo en los 15 minutos finales.
Fluminense finalmente vengó las humillantes derrotas que sufrió ante el conjunto ecuatoriano en finales de torneos continentales disputadas en el Maracaná, la de la Libertadores en 2008 y la de la Sudamericana en 2009.
Urgido de una victoria por al menos dos goles, el Fluminense comenzó presionando desde el primer minuto, con Arias en la punta izquierda y Keno en la derecha surtiendo balones para Germán Cano.
Pero en la primera mitad el tricolor abusó de los pases y le faltó profundidad y velocidad ante un equipo ecuatoriano que prefirió defenderse para buscar un empate que le daría el título y que se ciñó al reglamento para desperdiciar tiempo y frenar el ritmo del partido.
En la segunda parte, el técnico del Liga, Adrián Gabbarina, que sustituyó a Josep Alcácer debido a que el español aún no tiene licencia de Conmebol, mandó a la cancha al paraguayo Alex Arce, autor del único gol en el partido de ida.
Pero fue precisamente en ese momento que la presión del Fluminense dio frutos y Arias, con un certero cabezazo abrió el marcador a los 30´ST.
La alegría de los locales duró poco debido a que John Kennedy fue expulsado por pisar a Zambrano cuando estaba en el piso, falta confirmada por el VAR.
Pero cuando faltaban 4 minutos para el final Valverde derribó a Renato Augusto en la entrada del área y su jugada fue sancionada con penalti. Arias fue el encargado de cobrar y de anotar el gol del título casi en el minuto final (45´ST).
La ventaja se mantuvo pese al final de partido confuso con tres expulsiones.