Simone Biles también se cae: la superestrella de la gimnasia olímpica se permitió el lujo de ser vulnerable y se fue al suelo en la final de barra, como otras tres finalistas, y terminó quinta, fuera del podio.
La de barra era la penúltima final de Biles en París, a la espera de la de suelo, que cerrará el programa de competición en esta misma jornada.
La viga deparó una gloria olímpica desconocida a la gimnasia italiana, oro y bronce gracias a Alice D’Amato (14,366) y Manila Esposito (14,000), separadas por la china Yaqin Zhou (14,100).
Tras la plata por equipos, Italia se ratifica como el país puntero en la gimnasia femenina, solo por detrás de Estados Unidos. Sus gimnastas no conocían hasta ahora ninguna medalla en la barra.
Cuarta fue la brasileña Rebeca Andrade (13,933), con una nota más baja de la que mereció su rutina.
Biles llevaba un ejercicio que apuntaba al podio -la pulcritud de D’Amato había puesto el oro muy caro- cuando tras una serie acrobática hacia atrás perdió el pie de la barra y se cayó. Los jueces se pensaron mucho su nota, un 13,100 que ya la situó fuera de las medallas, a falta de la actuación de Andrade, que también la superó.
La norteamericana suma tres oros en París (equipos, individual y salto).
Nunca ha ganado un oro olímpico en barra, aunque tiene dos bronces en cada uno de los dos Juegos anteriores.