Atrincherado en su territorio en el último tramo, dañado por la torpeza y la expulsión de Soyuncu a más de 20 minutos del final y exhausto físicamente, el Atlético de Madrid sostuvo el 1-0 de Marcos Llorente al principio del segundo tiempo para derribar al Sevilla.
A siete puntos del liderato del Real Madrid y de la segunda plaza del Girona, aún hay Liga para el conjunto de Diego Simeone, que empezó el duelo a diez de la cima de la tabla y sobrevivió al filo de la caída, pero resistió y ganó, con el mérito de hacerlo con diez tanto tiempo, con Simeone a la carrera para felicitar el esfuerzo conmovedor de sus jugadores.
Quique Flores, ganador 0-3 en su estreno, tiene claro que la confección de su equipo empieza por la defensa. Es el refugio más seguro en tiempo de crisis. Aún sobrevuela, latente, por el Sevilla, tres puntos por encima del descenso, aún sin el alivio y la calma de una secuencia de victorias, todavía en crecimiento hacia la pretensión de su nuevo técnico.
En el Metropolitano prescindió de En-Nesyri por Rakitic, consciente de que cualquier cosa más allá de la derrota pasaba por la limitación del Atlético. Lo rebajó, sobre todo en los últimos metros y sobre todo la primera parte.
Sevilla tiró 45 minutos a la basura en un instante. El Atlético logró el gol con una celeridad impensable, en comparación con todo lo que había necesitado en la primera parte. Ya no le bastaba el plan a Quique. Adentro En-Nesyri y Sow, fuera Rakitic y Suso. Respondió Simeone: incluyó a Saúl, retiró a Morata.