Más de 300 personas murieron, medio centenar en los últimos dos días, en el estado de Himachal Pradesh, en el norte de la India, desde el comienzo de la temporada de lluvias monzónicas a principios del julio.
«Más de 300 personas han perdido la vida desde el inicio del monzón en Himachal Pradesh. Durante este momento sombrío, ofrezco mis más sentidos homenajes a todos los que han fallecido y quiero asegurar a todos los afectados que se brindará toda la asistencia posible», afirmó el jefe de Gobierno de la región, Sukhvinder Singh Sukhu, en Twitter.
El jefe de Gobierno de Himachal Pradesh visitó algunas de las zonas más afectadas por las fuertes lluvias, que en los últimos días causaron la muerte de unas 50 personas.
«En los últimos dos días, el estado ha sido golpeado por un aluvión de tribulaciones, marcado por incidentes catastróficos de aguaceros y deslizamientos de tierra en numerosas áreas», agregó.
Las autoridades recuperaron hoy tres cuerpos sin vida, dos de ellos a causa del derrumbe de un templo hindú ayer en la ciudad de Shimla por las fuertes precipitaciones, según reportó la agencia de noticias india PTI citando a autoridades.
Los equipos de socorro estiman que esta cifra podría aumentar en las próximas horas, ya que continúan con las labores de rescate de víctimas en la zona y se presume que todavía hay una decena de personas atrapadas.
Las fuertes lluvias en Himachal Pradesh y el vecino Uttarakhand sumieron en el caos ciudades enteras y llevaron al bloqueo de unas 700 carreteras, al tiempo que las corrientes de agua arrastraron edificios y desbordaron caudales de ríos.
El Departamento Meteorológico de la India (IMD, en inglés) rebajó en el último boletín el nivel de alerta rojo a naranja sobre Himachal Pradesh, aunque el estado seguirá experimentando lluvias «intensas o muy intensas» por los próximos dos días.
Las intensas lluvias causan cada año importantes pérdidas humanas y materiales en los países del sur de Asia, especialmente durante el periodo del monzón entre mayo y septiembre.