Pasaron 38 días desde que las instalaciones de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) fue tomada por la fuerza por afines del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Durante este tiempo se encuentra en vigilia, en la parte posterior del edificio, su presidenta Amparo Carvajal, quien aseguró que estará hasta la muerte.
Hace un mes, el 8 de junio, Carvajal, en contacto con los medios, dijo: “Hace 10 años me operaron por un cáncer de mama, no quise decir nada (…), en la última revisión me encontraron que se habían reproducido algunas células (…) Que me maten, no importa, vamos a continuar hasta la muerte”.
La presidenta de la APDHB nació en Riaño, León, España. Llegó a La Paz en 1971 como monja. Es una de las fundadoras de la APDHB. Participó durante 2019 en casi todos los movimientos en defensa de la democracia, la justicia y los derechos humanos.
Lucha casi solitaria
Durante este periodo de vigilia, Carvajal acudió en dos o tres oportunidades a la justicia para solicitar que le devuelvanla Casa de los Derechos Humanos. Lamentablemente, los operadores judiciales le negaron la tutela sin resolver en el fondo la causa: la toma violenta de la APDHB por Edgar Salazar, dirigente paralelo de esta institución.