La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, afirmó este sábado que la demanda de aceite comestible en el país representa menos del 20% de la producción total y denunció que existen “operaciones de sabotaje y desabastecimiento” con algo tan sensible, como es la alimentación de las familias bolivianas.
“La demanda de aceite en nuestro país, para el mercado interno, representa menos del 20% de la producción total de aceite. Por lo que no debería existir ningún tipo de desabastecimiento en el mercado interno”, aseguró en conferencia de prensa.
Explicó que, la oferta de aceite refinado de soya en el país es de 457.292 toneladas (t), la exportación llegó a un volumen de 328.609 t y el consumo interno alcanzó a 75.992 t al 15 de noviembre. Y se estiman que la demanda nacional hasta el 31 de diciembre sea de 12.944 t.
Resaltó que aun cumpliendo con mercado interno y las exportaciones, hay un saldo de 39.747 t. “Son algunas personas inescrupulosas que lamentablemente por intereses políticos o por intereses económicos que quiere decir que ocultan el producto para esperar que suba más el precio y ganar más a costa de dañar a la población”, reprochó.
Afirmó que existe producción de aceite y lo que ocurre es que gente inescrupulosa incurre en el delito de agio y especulación “acaparando ocultado” para luego comercializar el producto a precios elevados.
La autoridad denunció que existe una “guerra económica” que tiene que ver con “operaciones de sabotaje y desabastecimiento” que no son casuales, que responden también a una estrategia de desgaste, de debilitamiento a nivel político.
Hay “operaciones de sabotaje y desabastecimiento (…) con algo tan sensible como es la alimentación de las familias bolivianas (…). Parte de esta guerra económica que estamos enfrentando y que es multidimensional y que la estamos viendo en muchas de las esferas tiene que ver con el tema del agio y la especulación”, dijo.
Recordó que una de las prioridades del presidente Luis Arce, al hacerse cargo del Gobierno con una economía que estaba “crisis galopante profunda”, fue el trabajo de manera conjunta con mucho esfuerzo por la seguridad alimentaria de los bolivianos.
“Hemos priorizado la seguridad con soberanía alimentaria, primero la mesa de las familias bolivianas después el resto, entonces exportación y todo lo que sea, pero primero está nuestro país y en este sentido hemos venido encarando una serie de acciones para luchar contra el agio y la especulación”, sostuvo.